Aunque no informó las cifras exactas, el Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, admitió que existe un incremento en las quejas de pasajeros nacionales e internacionales, y pidió a los trabajadores de la aduana más respeto y sensibilidad en el trato humano.
Durante el balance anual de la Aduana General de la República (AGR), Marrero Cruz se dirigió a los directivos de ese organismo para que se centren en priorizar el buen trato a los pasajeros “tanto en la entrada como en la salida”, al tiempo que destacó la necesidad de “perfeccionar los procedimientos aduanales” para agilizar el paso por las terminales.
El alto funcionario pidió “mantener la atención a la población con la sensibilidad que lleva, y cumplir los controles establecidos sobre la base del respeto”, dijo citado por Granma. “Se debe lograr una combinación entre la autoridad y la amabilidad”.
Sus declaraciones se dieron luego de la intervención de Ernesto Valdespino Rivero, jefe del Departamento de Atención a la Población de la AGR, quien informó sobre el aumento de las quejas y precisó que el 38% se hicieron mediante la vía presencial; de ellos, el 75% fue en las propias terminales aéreas o punto de despacho.
“Fundamentalmente, las quejas se concentran en inconformidades tanto en los procedimientos como en la ejecución de trámites de forma incorrecta”, admitió el directivo.
Entretanto, el jefe de la AGR, Nelson Cordovés Reyes, anunció la inserción de “actores económicos” en el programa de Operador Económico Autorizado y de la Ventanilla Única de la Aduana, que “permitan avanzar en la actividad comercial”.
“Se consolidará el sistema de control interno, con énfasis en la efectividad de las medidas de enfrentamiento a la corrupción, el delito, las ilegalidades y las indisciplinas sociales”.
Para las autoridades aduanales, Marrero solicitó además estudiar una variante de sistema y mejora en los métodos de pago a los empleados, “en la medida en que aumente la sostenibilidad financiera”.
Asimismo, ordenó identificar trabas en las terminales y aseguró, al referirse a los pasajeros, que “estamos abiertos a escuchar nuevas propuestas, el único límite es que no se pierda la garantía de seguridad en la frontera”.
