El trabajo profesional de los conductores cubanos ha decaído considerablemente en los últimos años debido a la migración, la falta de preparación y la intrusión de trabajadores de otros ámbitos en los espacios de radio y televisión.
Muchos recordaran a conductores y locutores emblemáticos como Consuelito Vidal, Carlos Otero, Abel Fernández o Laritza Ulloa que marcaron época en la pequeña pantalla, algunos de los cuales se retiraron o emigraron hacia otros países donde han continuado con éxito su carrera o ejercido otras profesiones.
Actualmente una de las conductoras televisivas más célebres por su versatilidad y carisma es Irela Bravo, quien aparte de su programa Entre tú y yo participa habitualmente en otros espacios de la televisión.
Sin embargo hoy no pondremos énfasis en el trabajo de la famosa conductora sino en la trayectoria de Marino Luzardo, quien con el paso de los años se ha convertido en una figura televisiva con bastante popularidad entre los cubanos.
Luzardo conduce desde hace varios años el programa Al mediodía, un espacio en el que se ha manejado con naturalidad y ha sabido darle protagonismo a los invitados que frecuentan el programa, uno de los principios de la televisión y que habitualmente se echan por tierra en otros programas, donde el conductor trata de brillar por encima de la figura invitada que debería ocupar el centro del espacio.
Luzardo no se formó inicialmente entre los avatares de la televisión. Se graduó de Ingeniería en Telecomunicaciones y luego se impuso en la conducción televisiva hasta ser considerado por algunos como el conductor más famoso de Cuba.
Luzardo ha venido a cubrir el vacío y la ausencia de otros conductores que se han hecho célebres en ese espacio que antecede a la emisión del mediodía del llamado Noticierio Nacional de Televisión. En buena medida lo ha logrado con tino y elegancia, de ahí que el reconocimiento alcanzado parte de una base especialmente sólida. Ha sido además conductor de galas, certámenes turísticos y otros eventos de mediano o alto impacto en la cultura cubana.
La conducción televisa en verdad vive uno de sus momentos más lúgubres en Cuba por algunos de los hechos ya mencionados, pero Marino Luzardo ha sido capaz de mantener el profesionalismo que caracterizó en su momento a la conducción televisa cubana.
