Hablar sobre María Isabel Díaz Lago sería tan extenso como su carrera misma. Son muchas las películas, series, obras de teatro y programas de televisión en los que ha hecho gala de su histrionismo la Ofelia de “Una novia para David”, pero empecemos desde el principio.
Nacida en La Habana en julio de 1964, María Isabel se unió siendo una adolescente a un grupo de artistas aficionados del Preuniversitario Antonio Guiteras, del que formarían parte también otros artistas cubanos como Renecito de la Cruz, Carlos Varela, Tanya Rodríguez y Daysi Quintana, entre otros.
Esos fueron sus inicios en el mundo de la actuación y también la plataforma que la impulsó a matricular en la especialidad de actuación en el Instituto Superior de Arte (ISA). Fue justo durante sus años de estudios cuando el director Orlando Rojas la escogió para su papel en “Una novia para David” (1985), una película que la posicionaría, aún sin graduarse de la academia, como una de las jóvenes promesas de la actuación en Cuba.
En esta cinta, la actriz se rodearía de un elenco que resultó lo más prometedor del cine en la isla, con figuras como Jorge Luis Álvarez, Francisco Gattorno, Edith Massola y Thais Valdés. Ellos hicieron de esta obra un éxito de taquilla tanto en Cuba como en el extranjero, además de por su historia y las actuaciones, la cinta siempre será recordada por la banda sonora compuesta por Pablo Milanés y esa genial interpretación del tema “Ámame como soy” que hiciera durante una de sus escenas la inolvidable Elena Burke.
El camino de María Isabel continuó por la gran pantalla, reafirmando su calidad artística en películas como “Papeles secundarios” (1989) también de Orlando Rojas y “Hello Hemingway” (1990) de Fernando Pérez, entre otras.
Posteriormente, durante cuatro años, entre 1991 y 1994, Díaz llegó a la televisión cubana para protagonizar el programa infantil “La hora de las brujas”, un espacio dirigido por Manuel Gómez Díaz donde su personaje de la bruja Osbrújula quedaría grabado en la mente de muchos espectadores, al punto de reconocerla actualmente bajo este mote.
Fue en el año 1996, cuando María Isabel decidió radicarse en España, donde continuó su carrera como actriz, aunque nunca abandonó el escenario artístico de la isla y prueba de ello es parte de la filmografía cubana de los últimos años que cuenta con sus excelentes actuaciones.
Como todo emigrante, la artista ha contado lo difícil de sus inicios en el país europeo, asumiendo desde el cuidado de niños, la limpieza de casas hasta el trabajo como camarera, pero siempre segura de que sus primeros pasos en la escena española estarían cerca. Y con esa seguridad llegó pisando fuerte a la pequeña pantalla en series como “Javier ya no vive solo”, “Urgencias” o la tan gustada “Aída”.
En una entrevista durante el Certamen Internacional de Cortos Ciudad de Soria, donde fue premiada con el Caballo de Honor que otorga el evento, Díaz comentó sobre su experiencia al llegar a España, asegurando que “cada país es un ente vivo y se va transformando, pero tú lo vives en la medida de tus propias vivencias. Cuando llegué yo lo tenía complicado, no tenía ni para pagar el metro. Mi situación cambió y también mi visión”.
Su primera catapulta a la gran pantalla española fue “Volver” (2006), la cinta de Pedro Almodóvar en la que trabajó junto a Penélope Cruz y que la hizo ganarse el título de primera “Chica Almodóvar” cubana. Pero sin dudas, su papel más recordado hasta estos días ha sido “Sole” en la serie “Vis a Vis” que la puso en el foco del público español.
En pantalla desde 2015 hasta 2019, “Vis a Vis” contó con cuatro temporadas y un gran éxito de audiencia. Además, hizo merecedora a la cubana del Premio Ondas en 2016 y del Premio “Filming Italy Sardenga Festival”.
María Isabel tampoco ha abandonado el teatro, algo que también ha asegurado le apasiona mucho. Así ha logrado subirse a los escenarios de Madrid y Barcelona con el espectáculo “Las mujeres de verdad tienen curvas”. Pero en la isla la trayectoria de la actriz también es recordada en clásicos junto a reconocidas compañías como Teatro Estudio, el Grupo Rita Montaner o Teatro El Público.
A pesar de residir en España, la actriz mantiene una conexión, más allá de lo artístico, con su país, algo que se ha podido apreciar en las disímiles situaciones complejas por las que ha transitado la isla y en las que ella ha contribuido desde Madrid para ayudar a su gente. Muestra de ello fue su activismo durante la COVID-19 para reunir y enviar ayuda a Cuba, una iniciativa que nació de la comunidad cubana en la capital española y que a día de hoy se mantiene activa.
En la actualidad, Díaz es ya uno de los rostros reconocibles del escenario actoral español, a fuerza de trabajo y mucha superación claro está. En 2020, por ejemplo, formó parte del elenco de la serie “Patria”, la primera producción de HBO Europe que contó con excelentes críticas.
Además, ha participado en otras series más recientes como “Smiley”, una propuesta de ocho capítulos de Netflix estrenada en diciembre de 2022 y que está teniendo muy buena aceptación del público. Asimismo, formó parte de “Mapá”, un largometraje de ficción del director y cineasta ítalo-chileno no binario Afioco Gnecco y en “La última”, la primera serie española de Disney+, donde comparte con su coterráneo Jorge Perugorría.
Son muchos sus proyectos, bastaría dar un rápido repaso a sus redes sociales para percatarse del inmenso trabajo que continúa realizando a sus 58 años. Para destacar valdría con MAS (Music Actor Studio), un laboratorio que lleva junto a la también actriz cubana Katia Caso y que promueve talleres de actuación y teatro musical.
María Isabel tiene siempre presente la idea de regresar a las pantallas y a los escenarios cubanos, pero por ahora no parece que vaya a materializarse esa idea, principalmente porque su trabajo en el país europeo es cada vez mayor. No obstante, el disfrute, como el arte, no conoce de fronteras y por eso en las pantallas de los hogares de la isla siempre habitará la eterna novia para David.
