El ex Primer Secretario del PCC en Cienfuegos llegó a Miami dos días después del aniversario del natalicio de su queridísimo «Comandante en Jefe», Fidel Castro Ruz. ¿Qué coincidencia, verdad?
¿Habrá venido Manolito Miel de Purga a celebrar el cumpleaños de Fidel Castro en Miami?
En silla de ruedas, con gafas y gorra, mascarilla que cubría nariz y boca, y un maletín negro grande sobre sus piernas, presumiblemente todo para evitar ser reconocido, llegó a Miami «Manolito Miel de Purga», o como lo llamaron sus padres al nacer: Manuel Menéndez Castellanos. Un exmiembro del Comité Central del PCC, ex primer secretario del PCC en Cienfuegos e integrante del Equipo de Coordinación y Apoyo a Fidel Castro, después de cumplir su mandato político-ideológico en la sureña provincia.
Se trata de otro exfuncionario del régimen cubano de alto rango que llega a los Estados Unidos, presumiblemente a través del Parole Humanitario. Sin embargo, el periodista Mario J. Pentón, que acudió en nombre de todos los cubanos —y cienfuegueros— «a darle la bienvenida» a tan desilustrado personaje, señala en una nota escrita para el portal Martí Noticias que fue «tras un proceso de reunificación familiar».
La nota, publicada ayer, jueves 15 de agosto de 2024, fue acompañada por una foto a todo color y de gran tamaño, en la que se puede ver al exmiembro del Comité Central del PCC, Manuel Menéndez Castellanos, en Cienfuegos el 18 de octubre de 1996, durante una especie de recibimiento o visita que efectuara a la Perla del Sur el llamado «Comandante en Jefe», Fidel Castro Ruz.
Manuel, vestido de verde olivo, aparece a la izquierda de la foto, tomada 28 años antes de su llegada «triunfante» al Aeropuerto Internacional de Miami, donde fue recibido por familiares y amigos.
Tras largas horas de espera en el Aeropuerto Internacional de Miami, el hombre que, en «su destacada trayectoria», ostenta «diversas condecoraciones, distinciones y reconocimientos», salió por una de las puertas de la terminal D de American Airlines, luego de que su entrada a los Estados Unidos fuera admitida por un oficial de inmigración.
A pesar de los años transcurridos, Manolito Miel de Purga no perdió la vitalidad de los dirigentes cubanos a la hora de enfrentar a la prensa, en este caso PRENSA LIBRE. Apenas Mario J. Pentón se le presentó y le pidió permiso para hacerle unas preguntas, adoptó la actitud del actual Ministro de Cultura de Cuba y le dio un manoplazo al iPhone 15 del periodista, mientras señalaba:
“Yo voy para mi casa”.
Su casa, sus raíces, sin embargo, están en Cuba.
¿Quién es Manuel Menéndez Castellanos, Manolito Miel de Purga para los cienfuegueros?
Según su biografía oficial, Manolito Miel de Purga trabajó con fidelidad absoluta, como pocos, para el régimen cubano.
Desde muy temprano se vinculó a las organizaciones de masas y fue acumulando méritos como dirigente – lo cual implica populismo, chivatería y sanciones – hasta que fue promovido a Primer Secretario del Partido Comunista en Cienfuegos en el año 1993 en sustitución de Nelson Torres.
Torres, que en pleno Período Especial logró adueñarse del cariño de cientos de miles de cienfuegueros pues logró a base de esfuerzo y honestidad, rescatar la gastronomía popular – entiéndase que logró darle qué comer a miles de cienfuegueros – partió para La Habana y le dejó el listón muy alto a Menéndez Castellanos.
A pesar de eso, y en parte porque logró heredar buena parte de los «logros» que estableció Torres, Manolito se quedó de regente en jefe en el enorme edificio situado en la esquina de la Calle San Fernando (54), esquina a Tacón (41).
Desde el PCC en la provincia de Cienfuegos, Menéndez Castellanos contribuyó a perpetuar a Fidel Castro en el poder. Aunque Martí Noticias recoge declaraciones de Joaquín Zardón, «un vecino del barrio de Reina que residía en Cienfuegos en la época en la que Menéndez Castellanos era dirigente», que lo llamó «dirigente déspota», la verdad es que Manolito era un «bonachón» con la gente, en la calle, pero oficinas adentro, era un dictador.
Lo «déspota», sí, se le vió, y mucho, en las reuniones y encuentros partidistas que celebró; pero con el pueblo intentó establecer cierta familiaridad, pretendiendo ganarse el cariño de este tal y como lo hiciera su predecesor Nelson Torres.
Pero si lo de Torres era genuino, y las ideas que logró concretar en pleno Periodo Especial para que los cienfuegueros pudiesen alimentar un tín mejor, eran nacidas de una inteligencia nata y amor genuino heredados desde la cuna, ahí Manolito no llegaba.
Si Torres, a pesar de la crisis, gestionaba recursos para potenciar el «polo de alimentos de Horquitas», Manolito lo resolvió todo con la Miel de Purga, ese producto que, según él, era alto en contenido proteíco y que usualmente en la isla se destina a la alimentación de los cerdos debido a su contenido energético y algunos nutrientes.
La «Miel de Purga» es un subproducto del proceso de molienda de la caña de azúcar, específicamente derivado de la melaza. Es una sustancia espesa y oscura que contiene una alta concentración de azúcares no cristalizables, además de otros componentes como minerales y trazas de proteínas.
Sin embargo, describirla como «alta en contenido proteico» podría ser incorrecto o, al menos, impreciso. Aunque la miel de purga contiene algunas proteínas, su principal componente es el azúcar, no las proteínas. Es más precisa y comúnmente valorada por su contenido energético que por su valor proteico. Por lo tanto, si el enfoque es resaltar su contenido proteico, la afirmación podría no ser del todo adecuada.
Pero de esto nada sabía Manolito, que donde quiera que llegaba en Cienfuegos, en el año 1993 y se le quejaban de la alimentación, ordenaba a sus secuaces a que enviaran al lugar dos tanques de miel de purga.
Así hizo en la EIDE y en la ESPA; en la Escuela de Remos y en el Estadio Cinco de Septiembre, para «potenciar el desarrollo y la alimentación de los atletas».
Lo hizo también en el Hospital «Dr. Gustavo Aldereguía Lima» y lo hizo en todas las unidades de la Gastronomía Popular. Nunca en la vida los cienfuegueros habían visto tanta miel de purga en su vida, todo gracias a Manolito. Ahí mismo el mote se le quedó, aunque más despectivamente lo identificaban como «Manolito Cabeza e Puerco», dada su cara gordota.
En la piloto sita en Dorticós y Manacas, justo frente a la Unidad de la PNR y en diagonal con el Supermercado Arizona, se expendía, en lugar de cerveza y ron, la miel de purga en pomos.
A lo interno potenció a amigos. Era frecuente verlo en compañía de sus más allegados en lugares turísticos como Rancho Luna y Pasacaballo, alejado de la ciudad, donde – se decía – tenía una habitación para él solo, destinada a escapadas amorosas de las que, no se tiene constancia fotográfica. Visuales sí, unas cuantas.
Y es que Manolito Miel de Purga, a pesar del mote y su gordura, le gustaban y mucho las mujeres. Personalmente fui testigo de cómo, en La Habana, siendo el Primer Secretario del PCC en Cienfuegos – él, no yo – recogió en 5ta Avenida y 84 a un grupo de muchachitas para darle botella. Eran seis, y una de ellas no cupo en el asiento de atrás y se le sentó a Manolito en las piernas, delante, mientras le decía al chófer en broma, «me vas a embarcar», al tiempo que se dirigía a mí y me decía:
«Tú no cabes, socio. Lo siento», y se reía.
Lo que está por sentado, ahora, es que llegó a Miami, y que no le podrá hacer compañía a Liván Fuentes Álvarez, expresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular en la Isla de la Juventud, a quien en junio de este año Estados Unidos le negó la entrada al país.
Tal vez le haga una llamadita a la antecesora de este en el cargo, Arelys Casañola Quintana, quien según detalla Mario J. Pentón en su nota, «se instaló en Kentucky tras pedir asilo el 20 de abril de 2024 en la frontera sur mediante la aplicación CBPOne, en la que alegó “miedo al socialismo”; aunque es presumible que no la conozca.
Al que sí conoce, porque compartió con él labores de máximos dirigentes del PCC en Cuba, es a Misael Enamorado Danger, quien se encuentra viviendo en Texas. Tal vez este le sugiera un «múdate pa´cá, socio, que aquí nadie te conoce, y en Miami no vas a poder siquiera salir a buscar el pan».
O… un pomo de miel de purga.
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