Detectives de la policía del condado de Miami-Dade, creen que quienes actuaron en un audaz robo cometido en una joyería de Hialeah que quedara captado en video por una cámara de vigilancia, son los mismos sujetos que, durante la misma noche del pasado domingo irrumpieron en otra joyería, ubicada a tan solo a media hora de distancia en auto, momentos antes.
Pero… ¿cómo sucedieron los hechos en ambas joyerías? Aparentemente sucedieron así.
Varios sujetos entraron cerca de las 10pm a una oficina de Cubamax, sita en la 132 Ave y la 8 calle del SW de Miami, y desde allí intentarían ingresar a la tienda de Ariel Joyería, contigua con esta agencia de viajes; un modus operandi similar al empleado horas después en Hialeah.
Sin embargo, este robo en el SW de Miami resultó fallido, cuando la alarma saltó y los delincuentes debieron abandonar el lugar a la desbandada.
En el video captado se escuchan frases como «Enciende la luz», «No la veo» y una muy cubana: «Manda ping…», pronunciada escasos segundos antes de que los ladrones, asustados por la alarma que había sonado, decidieron huir del lugar.
Este fallido intento al parecer no los amedrentó, y se fueron presuntamente hasta Hialeah. Allí sí pudieron entrar a C4G Jewelers, ubicada en el Country Club Shopping Center, en el 7580 calle NW 186, en Hialeah. Ataron una cadena a la caja de seguridad que se encontraba empotrada en la pared y la sustrajeron del lugar. Toda la operación les demoró unas seis horas.
Sin embargo, la grúa, que había sido robada horas antes, tenía un GPS instalado y su dueño lo activó. Tras conocer su ubicación llamó a la Patrulla de Carreteras de Florida y el Departamento de Policía de Hialeah Gardens. Estos acudieron al lugar, ubicado en la parte de atrás de un almacén, establecieron un perímetro, sin siquiera conocer que aquellos que habían robado la grúa eran los mismos que habían robado en la joyería de Hialeah, cuya denuncia fue recibida a las 6:41 a.m., por los oficiales del Distrito Noroeste del Miami-Dade Police Department.
Cuatro sujetos fueron vistos saliendo de un vehículo cuando se les dio la voz de alto. Los cuatro se dieron a la fuga, pero dos fueron capturados.
Uno de los apresados es Ariel Hernández, quien recientemente había salido en libertad bajo fianza por otro crimen, dijo el periodista Alexis Boentes para Telemundo51.
Al revisar el almacén, los oficiales encontraron una caja de seguridad. La misma estaba intacta, sin señales de haber sido forzada. Es la misma caja de seguridad que el dueño de la joyería C4G, Oscar Segarra, dijo le habían robado.
Aunque este dijo que los ladrones se llevaron aproximadamente $1 millón entre joyas y dinero en efectivo, el reporte de la policía señala que las joyas recuperadas apenas sobrepasan los $500,000 dólares en valor.
Y aunque aún la policía no ha podido establecer el vínculo entre los dos robos, la frase «Manda pinga», comúnmente usada en el argot cubano para expresar disgusto o sorpresa, escuchada en el video grabado en el SW de Miami, «identificaría» como cubanos a los autores del fallido robo.
Dicha expresión podría indicar la posible nacionalidad cubana de los involucrados, lo que se alinea con la información de que dos de los ladrones capturados en Hialeah son de origen cubano.
Este detalle lingüístico, junto con las tácticas utilizadas en el robo, sugiere que estos mismos individuos podrían estar involucrados en otros robos similares en la zona de Hialeah.
Aún y cuando la confirmación oficial no se ha hecho, hay un detalle lingüistico que apunta a esta afirmación.
«Si dos de los que detuvieron en Hialeah en Hialeah esa misma noche, eran cubanos, es probable que fueran los mismos que quisieron robar en esta otra donde se les escucha el acento cubano en las voces de los ladrones. Y si dijeron Manda ping…, ólvidalo, que son cubanos,» expresó Alexander Benítez.
«Verde con puntas, guanábana, mi hermano» dijo a este redactor Benítez, quien vio el video en los noticiarios de Univisión y Telemundo, este martes.
