Tarde, pero seguro: Nicolás Maduro reaccionó airado a la polémica victoria de la estadounidense R’Bonney Gabriel en el reciente concurso de Miss Universo, el cual, según el presidente de Venezuela, “ganó de calle” la representante de su país, Amanda Dudamel.
“Nos robaron el Miss Universo, Amanda Dudamel ganó de calle. Bueno… no puede ser un robo como ese, ella es de Petare, hace trabajo comunitario allá en Petare”, dijo Maduro durante un acto en Caracas, como si el evento tuviera más en cuenta la labor social de las candidatas que sus estándares de belleza.
Diseñadora de moda y activista social, Amanda es hija del exseleccionador de la selección venezolana de fútbol, Rafael Dudamel, y para muchos era la gran favorita para coronarse en la gala celebrada el sábado 14 en New Orleans, EEUU. La sudamericana Amanda Dudamel fue una de las tres finalistas, junto a Gabriel y la dominicana Andreína Martínez.
El asunto es que el reinado de Gabriel comenzó en entredicho, pues han trascendido denuncias de que en primer lugar clasificó al Miss Universo tras imponerse como Miss USA más por el favoritismo de patrocinadores que por sus méritos, que tampoco le faltan. La organización del certamen de belleza ya contrató a una entidad independiente para que investigue las alegaciones en contra de la diseñadora de Houston, Texas.
Las primeras denuncias salieron de Miss Montana, Heather Lee O’Keefe, quien alegó que Gabriel tenía una relación estrecha y de vieja data con uno de los patrocinadores del reinado. Luego trascendió un video que mostraba a la flamante reina en un spa del mencionado patrocinador. Gabriel, como cantara Sabina, lo niega todo… ¿incluso la verdad?
Real o no el escándalo, a nivel de fiasco no se le acerca a lo ocurrido en 2015, cuando el comediante Steve Harvey se equivocó y proclamó como vencedora a la colombiana Ariadna Gutiérrez, y minutos después rectificó y coronó a Miss Filipinas, Pia Wurtzbach. Épico “fail”, desengaño nacional, bochorno para el concurso… Comparado con aquello, los venezolanos pueden sentirse tranquilos…
