Madre de balsera cubana pide ayuda para reconocimiento del cadáver

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La madre de una balsera cubana desaparecida en el más reciente naufragio ocurrido frente a las costas de uno de los cayos de los EE.UU. grabó un video en el que suplica ayuda para sellar el duelo interno que lleva, relacionado con el reconocimiento de un cadáver que desde una morgue en los EE.UU. alegan que pertenece a su hija, pero que nadie cercano a la joven desaparecida ha identificado como tal.

El naufragio en el que desapareció esta balsera cubana ocurrió a finales del mes de septiembre, el día 27 frente a Stock Island, un cayo adyacente a Cayo Hueso y comunicado con este vía terrestre, donde la embarcación en la que viajaban 27 balseros se volcó casi a la vista de todos.

Los balseros cubanos habían salido de Cuba el 23 de septiembre, cuando el huracán Ian se encontraba sobre la costa norte de Venezuela y aún – según meteorólogos – no estaba definido con exactitud su posterior rumbo, aunque varios modelos de pronóstico dentro del llamado «spaghetti model» señalaban que el organismo, que para esa fecha era aún una depresión tropical, curvaría su trayectoria al norte y pasaría por el extremo occidental de Cuba, para adentrarse luego al Golfo de México.

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Precisamente la demora en llegar a costas de los EE.UU. hizo que los 27 balseros comenzaran a sentir, ya en las cercanía de Cayo Hueso, cuando ya las embarcaciones de la Guardia Costera se encontraban resguardadas en puerto, los primeros efectos del ya huracán Ian. El huracán tras salir de Cuba alcanzó categoría 3 y luego 4, y fueron sus vientos – que horas después rozarían la velocidad de un categoría 5 – los que presuntamente provocaron un oleaje cada vez más peligroso que fue a la postre el que hizo que la embarcación se volcara a apenas dos millas – quizás menos – frente a Cayo Hueso.

Cuatro de los ocupantes de la embarcación lograron alcanzar a nado la costa, y el día 28 de septiembre, al otro día del naufragio, cuando fueron rescatados, dieron aviso a las autoridades. Estas emprendieron de inmediato la búsqueda de los náufragos en medio de las deterioradas condiciones atmosféricas.

Ese mismo día, el 28 de septiembre, fueron encontrados con vida tres migrantes a dos millas de Boca Chica. Los tres presentaban síntomas de estrés, deshidratación y agotamiento extremo y fueron llevados de inmediato a un hospital. Al día siguiente, 29 de septiembre, la Guardia Costera informó de la localización de otros dos sobrevivientes, y dijeron que continuarían con la búsqueda de las entonces 18 personas desaparecidas.

El 30 de septiembre las autoridades confirmaron el hallazgo del primer cadáver. Este fue encontrado en el mar, cerca de Ocean Edge Marina; y más tarde reportaron el hallazgo de otro cuerpo sin vida cerca del canal de Boca Chica.

Un día después, el 1 de octubre, reportaron el hallazgo de tres cuerpos, tres mujeres, con lo que ascendió a cinco el número de cuerpos recuperados en el mar. Posteriormente, tras el hallazgo de los cadáveres de otras dos féminas, se elevó a siete (seis mujeres y un hombre) la cifra de muertes confirmadas. Tres días después, el martes 4 de octubre la Guardia Costera anunció la suspensión de las operaciones de búsqueda, por lo que quedó en once la cifra de personas desaparecidas en el naufragio. Once cuerpos que aún no han sido recuperados.

Entre esos que presuntamente fallecieron ahogados y que fueron reportados como desaparecidos, estaría Amarilys Malagón Pérez, la balsera cubana de 26 años de edad.

Según las autoridades, el cuerpo de Amarilys es uno de los que se pudo recuperar del embravecido mar y se encuentra en una morgue del condado de Monroe; pero para la correcta identificación del cadáver precisan exámenes más certeros.

Es por ello que Miriam Pérez, una cubana de Boca de Cajío, en Guira de Melena, madre de la balsera cubana, se encuentra suplicando la ayuda de las autoridades para que algún familiar de la joven, residentes en la Florida, puedan identificar su cuerpo.

Ella, quien no tiene paz en su alma desde que su hija saliera de Cuba el 23 de septiembre junto a otros 26 balseros, quiere saber si se trata de su hija y pide le permitan a un familiar reconocer los restos de su hija antes de repatriarlos a Cuba.

“Me llamaron desde una morgue para decirme que está allí,» se le escucha decir a la madre de la joven desaparecida, «pero no dejan identificar el cuerpo, no dejan que yo mande mi adn, no dejan que mi sobrino la identifique; dicen que es ella, como si la conocieran o fueran familia de ella”, se quejó entre lágrimas la mujer, quien asegura no haber perdido la esperanza de que su hija -de 26 años y madre de un niño- esté viva.

“Ahora me han pedido otro autorizo, ya he dado dos autorizos para la morgue esa”, añadió, en declaraciones recogidas por el canal local America Tevé.

“Ayúdenme, por favor, que ustedes son madres y son padres y deben saber lo que se siente al perder un hijo y no poder estar cerca, ni ir a identificarlos”, dijo Miriam en evidente súplica para que las autoridades estadounidenses permitan a un familiar reconocer los presuntos restos de su hija antes de repatriarlos a Cuba.

«Este es el triste caso que confirma una vez más la necesidad de que juntemos nuestras voces para que entre los congresistas, el pueblo y los medios de prensa logremos que cambien los protocolos, de manera que se pueda informar a los familiares más rápido cuando sus seres queridos están a bordo de los escampavías y que también se puedan repatriar los cadáveres en los propios escampavías», dijo el exiliado Ramón Saúl Sánchez, líder del Movimiento Democracia. Sánchez lamentó el rejuego político entre los gobiernos, el cual incide en el desespero y la angustia de las familias de balseros cubanos.

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