Cuando más de 130 000 efectivos militares rusos se concentran en la frontera con Ucrania y se conoció de despliegues en Bielorrusia, la OTAN y los Estados Unidos negaron al unísono la propuesta rusa de firmar un acuerdo internacional para limitar la expansión de la Alianza por el territorio oriental europeo, garantizar que no incorporará a Ucrania y a Georgia y que cesaría toda actividad en Europa del Este, Asia Central y el Cáucaso.
Al decir de Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, Europa afronta “un momento clave para la seguridad” del continente, y ratificó que la organización es “una alianza defensiva” que no busca confrontación.
La OTAN ha revelado igualmente que ofrece al Kremlin un diálogo basado en tres puntos clave: el regreso a sus oficinas ubicadas en Moscú y Bruselas, el restablecimiento de los canales de comunicación para fomentar la transparencia y rebajar las tensiones, y la firma de un nuevo acuerdo de reducción de armas nucleares, químicas, cibernéticas y biológicas.
Anthony Blinken, Secretario de Estado norteamericano no reveló el contenido de la comunicación escrita de su país a Rusia, pero afirmó públicamente que “la puerta de la OTAN sigue abierta” para los países que decidan sumarse, aunque refrendó preferir “la diplomacia y estamos preparados para avanzar donde hay posibilidades de comunicación”.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov comentó hoy en la habitual rueda de prensa diaria que “no hay muchos motivos para el optimismo”, refiriéndose a la citada respuesta de los Estados Unidos, de la que pudiera depender el desenlace de la crisis militar en Ucrania.
El ministro chino de Exteriores, Wang Yi, mantuvo una conversación telefónica con Blinken, a quien comentó que la “expansión” militar, refiriéndose a la OTAN, “no garantizará la seguridad regional” en un momento de máxima preocupación por la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania.
Además, le advirtió que para resolver pacíficamente el conflicto de Ucrania se deben “respetar las legítimas preocupaciones de Rusia”, a la vez que solicitó “calma y contención” a todas las partes para evitar un incremento de las tensiones.
“Nuestra prioridad principal es que Rusia no tenga éxito en su plan de desestabilizar Ucrania, pero nos preparamos para cualquier escenario”, declaró Dmitri Kuleva, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, en rueda de prensa conjunta con Copenhage con su homólogo danés Jeppe Kofod, donde no descartó el enfrentamiento bélico directo.
La Unión Europea descarta la inminencia de un ataque ruso a Ucrania, cuyos propios gobernantes han declarado como “insuficientes” las tropas en la frontera para una invasión. Francia lidera la opción diplomática y el presidente Emmanuel Macron anunció que mantendrá una importante conversación telefónica con Putin mañana viernes.
Por otro lado, el ex presidente ruso Dimitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia declaró “que no es muy correcto hablar de este tema (el posible emplazamiento de bases rusas en Cuba y Venezuela), porque como regla ello provoca una tensión muy significativa, como mínimo en el ámbito económico”, enfatizando en las alarmantes insinuaciones realizadas en días pasados por funcionarios rusos sobre una posibilidad real de emplazar armas nucleares en los países latinoamericanos aliados.
