Las cifras de inmigrantes rusos que emplean México como vía para arribar a los Estados Unidos se ha incrementado significativamente en estos primeros meses de 2022, alcanzando un pico máximo en las casi tres semanas que van de la invasión ordenada por Vladímir Putin a Ucrania.
La cifra de ciudadanos rusos detenidos en la frontera sur de los Estados Unidos entre julio y diciembre de 2021 resultó casi ocho veces superior a los primeros seis meses de año, cuando solo se registraron 1.092 detenciones contra las 8.284 reportadas entre julio y diciembre.
Según declaró a BBC Mundo la abogada de inmigración Yekaterina Mouratova, con oficinas en Miami, dedicada a la asistencia a solicitantes de asilo de habla rusa, en este mismo período de 2021, el 90% de sus clientes provenientes de Rusia, Ucrania, Kazajistán y Bielorrusia buscan emigrar al país aduciendo “motivos políticos y persecución en su país”.
La cifra coincide con el aumento del número de turistas rusos en México en el mismo período, pues a diferencia de los emigrantes de los países latinoamericanos y caribeños, los rusos, al contar con mayor capacidad monetaria, arriban a México por Cancún o Ciudad México en calidad de turistas. Mas cuando esta nación no exige ni siquiera visado ordinario, sino una autorización electrónica que se tramita en pocas horas.
Luego los migrantes rusos rentan un automóvil con el que buscan llegar a los Estados Unidos a través del paso fronterizo de San Ysidro, entre Tijuana y San Diego, California. Este paso está considerado el más transitado del mundo. La primera etapa de entrada en Estados Unidos la salvan con relativa facilidad, mas, les resulta menos sencillo en las conocidas como “zonas de amortiguación” en suelo estadounidense, donde es muy difícil que no los detengan agentes fronterizos. Entonces deben esperar hasta llegar a las cabinas de inspección donde serán admitidos o rechazados.
“Es una migración más sofisticada, por decirlo así”, apuntó a BBC Mundo Enroque Lucero, director de atención al migrante del Ayuntamiento de Tijuana. “Es un flujo circular. Llegan aquí e intentan cruzar, o llegan tras fracasar en su intento y se regresan a su país. No los ves como otros migrantes que se quedan en albergues durante un tiempo”, detalla. Así, la de los rusos resulta “una migración más invisible. E incluso como, por su apariencia, a veces pueden hacer pensar que son estadounidenses, son más difíciles de identificar», señala al mismo medio José María García, director del albergue para migrantes Movimiento Juventud 2000, también ubicado en la ciudad de Tijuana.
Estas circunstancias no demorarán en provocar una re concepción de las medidas y estrategias migratorias de México, que incluirían controles en los aeropuertos para verificar las verdaderas intenciones de los viajantes que se identifican como turistas. Mientras que ya las autoridades migratorias de los Estados Unidos instalaron filtros de seguridad adicionales para poder revisar los vehículos unos metros metros antes de que arriben a donde los agentes migratorios a los que pedirán asilo.
