Junto a la celebración llega la encrucijada ¿Qué se le puede obsequiar a los profesores en el Día del Maestro? ¿Qué regalo sale más económico sin dejar de ser un buen presente?
Esas son solo algunas de las preguntas de las madres y las familias cubanas cuando se acerca el día del maestro en Cuba este 22 de diciembre. Desde hace décadas los alumnos agradecen con diversos obsequios a los profesores; pero en medio de la crisis y la inflación que golpea a casi todos por igual se torna realmente un problema bien complejo obtener esos regalos sin que el precio haga un agujero en la economía familiar.
Ya varias madres cubanas piden consejo en los grupos de Facebook sobre los regalos más asequibles al bolsillo para homenajear a los profesores. Reciben de vuelta recomendaciones que por más baratas que sean siempre implican un gasto a tener en cuenta sobre todo cuando se trata de familias que no tengan muchos recursos económicos.
Las diferencias en los regalos siempre han sido una muestra de la holgura o las dificultades económicas de las familias cubanas, y la cuerda se tensa en medio de esta grave crisis económica en que el precio de cualquier objeto alcanza una cifra vergonzosa.
Las diferencias no obstante se evidenciaran mucho más en esta Cuba que se está dividendo a gran rapidez entre clases sociales, entre los que tienen acceso a las divisas, o a puestos de trabajo en negocios privados o los que solo tienen como entrada un salario estatal y apenas saben cómo llegan a fin de mes. La realidad es dura mírese por el prisma que se mire. Y el trance de las familias para que los regalos de sus hijos no sean menos es realmente muy sensible.
Los profesores, por otro lado, ganan un salario simbólico que los hace dejar la profesión o desempeñar varios trabajos a la vez. Los números no mienten. Este año apenas un 50 por ciento de los estudiantes aprobaron las pruebas de ingreso a la Educación Superior y las autoridades se vieron obligadas a reconocer que el pésimo resultado se debe al desplazamiento de estos profesionales a otras disciplinas o a su salida del país. Un escenario tan complejo como desesperanzador.
No obstante el 22 de diciembre será un día de fiesta. Los profesores compartirán con sus alumnos más allá de los regalos y algunos quizás levanten la voz para recordar la importancia que tienen en la construcción de un mejor futuro para un país donde el futuro ciertamente no puede ser más incierto.
