Café Longina: Otro error distorsionado y racista hace mella en la historia y el patrimimonio cultural de la nación cubana.
El día que se haga un compendio en la isla de Cuba, de los destrozos que ha cometido la compañía Palmares y el Ministerio del Turismo, MINTUR, en nombre de «la divisa», habrá que sin dudas sumar a esta Longina blanca y europea, allí donde se haga la lista.
Sí. Entre los innumerables daños al patrimonio histórico- cultural de la nación habrá que sumar este Café dedicado a la Trova, en el Vedado, recién inaugurado, al cual le han puesto por nombre «Longina»; nombrado así, en honor a la gran canción escrita por Manuel Corona, pero tal y como advierte la productora de cine Claudia Calviño, Longina era negra.
«Esta blanca art novó no representa nuestra cultura, ni nuestra canción, ni a nuestras mujeres,» dijo Claudia en un post de Facebook, que no es menos escandaloso – lo que denuncia – que aquellas bailarinas ataviadas con la bandera cubana, con aquellas polainas que recibieron al primer crucero norteamericano; una situación que provocó notorias críticas por parte de lo mejor de la intelectualidad cubana.
Y es que, «captar» divisas ha sido para el Ministerio del Turismo su piedra filosofal. En lograrlo han puesto todo el mérito posible, poniendo en ridículo y deteriorando a mares la imagen del país y sus mujeres. Su historia y cultura. ¿Dónde, si no en un abismo de lo innombrable pudiéramos colocar toda la propagandística para atraer turistas europeos con esa triada «mulatas-ron-baile», que simbolizan «sexo» en la mente de cualquiera?
El Café Longina, con esa Longina blanca y europea – art noveau – no es menos escandalosa que las mujeres que se pasean por la Plaza de Armas y de la Catedral, vestidas como si estuviéramos en el Siglo XVII o XVIII, para hacerle creer al europeo moderno que ha retrocedido en el tiempo. No es menos escandalosa que esas figuritas de barro, con negras y negros bembones que se venden en las tiendas de artesania, en MLC, claro, contribuyendo al esterotipo racista del «negro cubano».
Una arquitecta cubana recién fallecida, contaba en el año 1993, que luego de salir de una reunión que sostuvo con un par de jefes del Ministerio del Turismo, tuvo que sentarse par de horas – no recuerdo donde – porque pensó que moría ahí mismo, del insulto recibido y con el que salió, atorado en el medio del pecho, de la reunión.
De seguro, no lo duden, de haber visto esta Longina blanca, con facciones europeas y estilo Art Noveau, tan amante ella de la cultura, la historia y el patrimonio, esta reconocida arquitecta habría infartado ahí mismo.
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