La reportera Ileana Hernández, de CiberCuba publica en su Twitter un video de un grupo de pioneros cubanos recitando versos de José Martí a una pared azul, vacía de todo símbolo, imagen, letra, logotipo. Sin la explicación debida resulta algo surrealista, absurdo, digno de un performance de un artista contemporáneo. Y con la explicación debida, se vuelve más desatinado e insensato aun.
Surrealismo criollo que supera cualquier alucinación artística, cualquier sátira política ideada por el más mordaz humorista, y resume a su vez la esencia actual del sistema político imperante en Cuba y de sus líderes, vacíos de significados, asidos a símbolos muertos, planos y vacíos como la pared en cuestión contra la que rebotan las voces de los niños arreados por sus maestros bajo la condicionante política que los obliga a militar en una organización política desde que apenas están aprendiendo a hablar y no tienen ninguna idea o madurez de pensamiento para explicarse por qué quieren ser como el Che.
Imágenes de los niños haciendo acto político en oficina de @ETECSA_Cuba en la Villa Panamericana después que apareciera una pintada dedicada a @DiazCanelB sin 🏠 @uniceflac @ONU_es los sacan de la escuela, no sabemos si con la autorización de los padres. #PatriaYVida https://t.co/bUlI1yJ1Iq pic.twitter.com/tGox4YNQXl
— Iliana Hernández (@ilianahcuba) January 11, 2022
En la mañana de este martes, la pared externa de una de las oficinas de la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) en Cojímar, Habana del Este, apareció “decorada” con un cartel que gritaba en mayúsculo azul: “DIAZ CANEL SINGAO”, muy en combinación con el color corporativo que distingue a la entidad.
Es uno de los varios que ya han aparecido por diferentes zonas de La Habana, sustituyendo el común lema previo de “Abajo Fidel”, que protagonizaba en décadas anteriores estos graffitis contestatarios.
Otros grafitis —popularmente conocidos como carteles— que expresan lemas afines como “Abajo el PCC” han saludado también los amaneceres de diversos barrios capitalinos y de otras ciudades del país.
Ante el asombro encontraron pintura de donde normalmente no la hay y acallaron el grito gráfico que apareció en el muro. Pero al parecer, esta “respuesta rápida” de los combatientes de ETECSA no fue suficiente, y la pared quedó contaminada por el espíritu oscuro y burlón de los demonios “contrarrevolucionarios”.
Se necesitaba un acto de exorcismo y purificación que purgara al muro de su herejía. Quizás con el fin de que la pureza de los niños derrotara la maldad diabólica encarnada en el muro, llevaron al grupo de pioneros para recitar sus letanías versificadas. Los versos sencillos de José Martí se convirtieron en los “salmos sencillos” de un sencillo exorcismo que liquidara de raíz la maldad renuente.
Quizás la vista del cartel hubiera sido demasiado para los inmaduros ojos de los niños, para cuyos oídos el popular apelativo del presidente no debe ser nada ajeno.
Mientras, para las mayorías que no entenderán este ritual inquisitorial tan importante, seguirán siendo unos niños hablando con una pared vacía, vigilados por unos mayores que los condujeron a este absurdo surreal.
