La historia de esta familia proveniente de Cuba es parte de una tendencia creciente de migrantes que, tras establecerse en Estados Unidos durante un tiempo, deciden marcharse a vivir a Europa.
José Novo llegó a Estados Unidos desde Cuba a los 21 años buscando una vida mejor. Hoy, décadas después, ha cruzado otro océano —esta vez hacia Europa— junto a su hija, Karina Nuvo, en busca de algo que en California ya no encontraban: paz, bienestar y calidad de vida. Según relató CNN, su historia es parte de una tendencia creciente de migrantes que, tras establecerse en EE.UU., deciden marcharse en la vejez, desencantados por el alto costo de vida y el ambiente político.
En mayo de 2024, tras más de tres décadas en California, Karina tocó fondo. La pandemia paralizó su carrera como cantante nominada al Grammy, y su trabajo como agente inmobiliaria en Pasadena la sumía en estrés constante. A eso se sumaba el cuidado de su padre, ya octogenario. “Mi salud colapsó, me estaba matando”, confesó a CNN.
Fue entonces cuando recordó que tanto ella como su padre podían acogerse a la ley de nietos española, gracias al origen asturiano del abuelo de Karina. José, con 87 años, no dudó: “No quiero morir aquí”, le dijo. Así lo contó Karina a CNN, y así comenzó su travesía hacia la Costa del Sol.
Según reseña CNN y según se puede ver en su cuenta de Instagram, los cuatro se instalaron en Fuengirola, una localidad que combina clima cálido, terreno plano y precios razonables.
La renta mensual de su nuevo hogar era menos de la mitad de lo que pagaban en California. La mudanza fue tan significativa que incluso motivó a la madre y el padrastro de Karina —ambos cubanos residentes en EE.UU.— a sumarse al cambio de vida. También ellos contaban con ascendencia española y decidieron solicitar la ciudadanía.
Aunque la salud de José empeoró y debió ser ingresado en un centro de cuidados en Marbella, Karina no se arrepiente. Como dijo a CNN, su padre disfruta de su comida favorita, ve el mar desde su ventana y, sobre todo, habla español rodeado de afecto.
“Las cosas todavía me dejan sin aliento aquí. La gente es amable, y los ancianos son tratados como reyes”, dijo Karina a CNN. Y José, que alguna vez partió de Cuba para no regresar jamás, ahora siente que cerró el círculo: “Estoy en el país de mi familia. Tengo sangre española. No tengo ningún arrepentimiento”.
Recientemente Karina visitó Granada, y tal y como dijo: «dejó allí su corazón».
La joven está más que contenta con cada lugar que visita.
La joven no olvida sus raíces cubanas. Así lo hacía saber en el 2024 con un SOS Cuba en esta publicación.
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