El piloto cubano Rubén Martínez, que huyó de Cuba a bordo de una avioneta en la que trabajaba, fue puesto en libertad tras más de una semana detenido por las autoridades estadounidenses.
Martínez, de 29 años, arribó al aeropuerto de entrenamiento de Dade-Collier, en Florida, el pasado del 21 de octubre a bordo de una aeronave Antonov-2 de fabricación soviética perteneciente a la filial de la Empresa Nacional de Servicios Aeronáuticos en la central provincia cubana de Sancti-Spíritus.
El aviador cubano permanecía bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) hasta este lunes, cuando se celebraría su primera audiencia en la corte por cargos de entrada ilegal al país.
De acuerdo con un reporte del medio independiente Cubanet, el despacho del abogado de Martínez anunció que esta tarde tanto el letrado como su cliente darán una conferencia de prensa.
Por su parte, Telemundo 51 informó que Maile Díaz, tía de una ex pareja del piloto que huyó de Cuba, se brindó para ofrecerle alojamiento.
“Estaban en la espera de una situación de alguien que pudiera ayudarlo … una residencia que lo acogiera”, dijo Díaz, y aseguró que si el joven es deportado a Cuba “nunca más va a ver el sol”.
El Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba calificó el desvío de la aeronave de propiedad estatal como un acto de “piratería aérea”, que “constituyen delitos tipificados en varios convenios internacionales, ratificados por Cuba y los Estados Unidos”.
Asimismo, las autoridades de la Aviación Civi cubana dijeron que hecho se considera una “violación del espacio aéreo, de la seguridad operacional y de las regulaciones aeronáuticas” de la isla.
El abogado de Martínez dijo la semana pasada que su cliente podría salir en libertad sin necesidad de comparecer ante un juez de inmigración, y que incluso tendría posibilidades de solicitar asilo en Estados Unidos alegando “miedo creíble”.
