“Apoyo a todos los cubanos me incluyo, a todos los cubanos que piden un país mejor, por ese derecho de expresión con que cada humano nace. Una vez que se vive hay que hacerlo con dignidad y decoro, sin manipulación, sin odio, mucho menos sin enfrentarse entre sí mismos”, manifestó el músico e intelectual cubano Leo Brower en su perfil de Facebook respecto a todos los acontecimientos sucedidos alrededor del 15N, fecha en que la plataforma cívica online Archipiélago convocara a una marcha cívica por la libertad de los presos políticos y otros derechos de la nación.
El mensaje vino en la forma de un breve audiovisual de 1:39 minutos, donde se escucha en off la voz del virtuoso, quien finaliza sus argumentos declarando: “Me uno a mis colegas artistas y pueblo en general”.
A manera de firma y para contextualizar claramente sus palabras concluye: “Soy Leo Brower. Noviembre 15 del 2021”. Las imágenes fueron tomadas del documental Brouwer. El origen de la sombra (2019) de las directoras cubanas Lisandra López Fabé y Katherine T. Gavilán, exhibido ocasionalmente en los cines del país, nunca en la televisión oficial. En la breve secuencia compartida en Facebook se ve a Leo Brouwer caminando en las tinieblas con una vela tenue.
“Pido revindicar valores perdidos de nuestra sociedad, todos, desde lo más pedestre hasta lo más sofisticado”, expresa luego. “Para mí es triste referirme a Cuba como el país del No, y lo he dicho algunas veces y lo tengo que repetir, con una isla perdida, hundida o destruida, donde nada es posible, donde todo es censurado, criticado, tras un poder inquisidor que repudia lo que no sea de su conveniencia”, sentencia refiriéndose a la actitud intransigente de las autoridades cubanas lideradas por el mandatario Miguel Díaz-Canel, como jefe de gobierno y secretario del Partido Comunista único.
“No quiero más quebrantos ni más sufrimientos. Basta ya”, manifiesta.
A propósito de las protestas masivas del 11J en Cuba, Brouwer ya había comentado con tristeza sobre la respuesta violenta de la policía, la seguridad del estado y los seguidores del Estado, lamentando que “las fuerzas del orden en Cuba fuesen a agredir a gente común y pacífica como somos los cubanos. Cuando el cubano protesta, no cabe duda de que la política o mejor dicho, el poder político y militar se ha extralimitado. ¿Cómo pueden vivir tranquilos?” Exclamó entonces: “¡Qué dolor, qué tristeza que se llegue al abuso del poder!”
