La cantante colombiana Shakira parece decidió que el 2024 sería un año para cerrar capítulos en todos los aspectos de su vida. Tras lanzar una última canción dedicada a quien fue su pareja durante más de diez años, con quien tiene dos hijos, ahora dirige su atención a la Agencia Tributaria española.
En una carta publicada en el medio español El Mundo, Shakira compartió su versión de los hechos respecto a su conflicto con la entidad fiscal del país europeo, el cual incluye varias investigaciones y un caso pendiente desde 2011.
En primer lugar, la barranquillera recordó que el 2023 fue un año difícil, marcado por la constante presencia de cámaras debido a su sonada ruptura con el exfutbolista y empresario español Gerard Piqué y al juicio con Hacienda. Según Shakira, le resultó “frustrante” observar cómo la institución parecía más interesada en verla quemada “públicamente en la hoguera” que en escuchar sus razones.
“Desde el principio supe que el artificioso relato de la Agencia Tributaria confundía y manipulaba dos intenciones completamente diferentes: una era el deseo de establecerse en un país y otra, muy distinta, el deseo de que prosperara una relación que se desarrollaba en ese país”, argumentó Shakira, refiriéndose a la acusación de Hacienda de que residió en España entre 2012 y 2014.
La cantante explicó que sus viajes a España en 2011 tenían como objetivo que su relación con Piqué prosperara, dado que él estaba “atado” al país por razones laborales, aunque a ella esto le generaba numerosas complicaciones. Además, aclaró que nunca tuvo la intención de establecerse de manera permanente en España, calificando la acusación como una estrategia basada en un “machismo estructural”.
Shakira insistió en que siempre ha cumplido con sus obligaciones fiscales y nunca había tenido problemas al respecto. “Mis finanzas fueron investigadas por instituciones tan poco sospechosas como la Casa Blanca o el IRS y aprobadas por otros países de la Unión Europea, y en todo ese tiempo nunca encontraron ni la menor seña de ilegalidad”, afirmó.
La intérprete de “Puntería” también denunció que un director general de inspección de la Agencia Tributaria española la criminalizó en un programa de televisión antes de que se celebrara el juicio, vulnerando así la presunción de inocencia, un derecho protegido por la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea y en Naciones Unidas.
Shakira sostiene que la Agencia Tributaria, en su afán por recuperar credibilidad, busca exhibir “trofeos de caza”, intimidando a las personas, amenazándolas con la cárcel, comprometiendo la tranquilidad de sus hijos y sometiéndolas a una presión extrema con el objetivo de quebrarlas.
La cantante también comentó que, en su debido momento, se declaró residente fiscal en España, y afirmó que si se sumaran todas las cantidades que pagó voluntariamente junto con las multas “injustificadas”, se podría ver que el Estado español se quedó con una suma superior a la totalidad de sus ganancias en esos años.
“Parecerá incomprensible, pero para mí la década española fue una década financieramente perdida, y no porque trabajara poco, como todo el mundo sabe. Di 120 conciertos en 90 ciudades distintas. ¿Cómo puede perder dinero una persona que da 120 conciertos? Suena extraño, lo sé, pero hoy mi patrimonio consiste en lo que gané antes de llegar a España y lo que gané después de salir de ella. Todo lo que gané en esos años se lo quedó el Estado español”, concluyó.
Al final, la cantante cree que el acuerdo que firmó en 2023 fue una decisión complicada, pero indispensable para resguardar a sus hijos y permitirles seguir adelante con sus vidas sin la carga constante de las acusaciones. Para Shakira, este acuerdo no representa una admisión de culpa, sino un paso necesario para asegurar el bienestar de su familia.
De manera tajante zanjó en el escrito: “Puede que a los funcionarios de la Agencia Tributaria que me juzgaron no les haga mucha gracia leerlo pero, francamente, me importa muy poco. No lo escribí para ellos”.
