La primera jornada de ventas de divisas a personas naturales en oficinas de Cadeca se caracterizó por largas colas y poca disponibilidad de monedas extranjeras, pese al tiempo de preparación con que contaron las autoridades para la implementación del mercado cambiario.
En la céntrica casa de cambio de 23 y J, del Vedado habanero, apenas se repartieron 190 turnos de acuerdo a la cantidad divisas con que contaba la entidad, el equivalente a 19.000 dólares estadounidenses.
Por su parte, los trabajadores del establecimiento de Cadeca ubicado en 21 y 42, en el municipio capitalino de Playa, sólo repartieron 91 tickets a las personas que madrugaron para hacer la fila para la venta de divisas.
Según explicó la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, Marta Sabina Wilson, los directivos de las casas de cambio deben informar cada mañana la disponibilidad de divisas y entregar la cantidad de turnos correspondiente, que resulta de la división de la cifra total del dinero a las ventas entre 100, el máximo de divisas que puede comprar cada persona.
La medida tuvo una buena acogida por parte del público debido a la alta demanda de divisas, ya sea para viajar, adquirir productos de primera necesidad en tiendas en moneda libremente convertible (MLC) o realizar otras operaciones.
El gobierno estableció un precio de venta del dólar de 123.6 pesos cubanos por cada USD, muy por debajo del tipo de cambio informal, que actualmente ronda los 140 CUP el dólar.
La iniciativa de rescatar el mercado cambiario estatal comenzó el pasado 4 de agosto, cuando los bancos y casas de cambio reiniciaron la compra de divisas a personas naturales y negocios privados, Mipymes y cooperativas no estatales.
La presidenta del BCC no especificó el monto recaudado desde la puesta en marcha de la medida, y se limitó a decir que el monto es 10 veces superior al alcanzado en el período anterior, cuando el tipo de cambio era de 24 pesos el dólar.
Por eso varios clientes se quejaron de la poca cantidad que pusieron a la venta esas entidades en la primera jornada y afirmaron que el diseño del mercado cambiario es muy limitado, lo que favorece la irrupción de los llamados coleros y la corrupción por parte de los trabajadores del los 37 establecimientos de Cadeca escogidos para el expendio de monedas extranjeras.
