Un adolescente borracho intentó entrar a una casa a robar, pero su deseo se quedó en eso, en el intento, pues el joven ladrónse quedó sin poder entrar a la vivienda, enganchado la cerca perimetral de la vivienda, que para dolor suyo, era una alambrada, de alambre de púas.
El suceso ocurrió en Argentina, y los medios destacan que el joven ladrón apenas tenía 17 años de edad.
Antes de robar en la casa, el chico le robó el auto a su padre. Llegó, parqueó y terminó muy mal. Demasiado.
El dueño de la vivienda donde el chico pretendía robar lo filmó, en su posición «fetal», subió el video a las redes y este se hizo viral.
Sin embargo, al parecer el joven ladrón se quedó enganchado en la cerca mientras huía y no cuando entraba. «Dicen» que fueron los perros los que le provocaron el miedo y que «regresaba» al auto, cuando quedó enganchado en la cerca.
El hecho es que con el ruido – los ladridos – el dueño salió y se encontró con el espectáculo. El chico, colgado de la alambrada, pedía a gritos que lo ayudaran a bajar de ahí.
Sin embargo, el dueño de la casa no accedió a sus ruegos, lamentos y quejidos, sino que decidió esperar por la policía. Fueron estos, los policías, los que sacaron al joven ladrón del retortijo de alambres. Y púas.
Una vez detenido supieron su nombre: Rafael M.R, de 17 años de edad, y tras una prueba de alcoholemia, descubrieron que traía – como se dice en buen cubano – tremenda nota encima.
No es este el primer ladrón que en su intento de robo se queda atrapado o atorado, dentro o casi a la salida; y hasta algún sucedo similar puede que haya sucedido en nuestro entorno cercano.
En cuanto a Rafael, se cura de las heridas. Y de la borrachera.
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