En el día internacional de la Meteorología muchos cubanos felicitan y agradecen el trabajo de los especialistas que a diario les mantienen al tanto de las condiciones del tiempo, pero sin dudas la mayoría de los elogios van a parar al Dr. José Rubiera, el más destacado y querido de los meteorólogos nacidos en la isla.
Podría sonar injusto, porque son muchas —y muy talentosas— las personas que en Cuba se dedican al análisis de las variables meteorológicas, de las posibles trayectorias de los ciclones y otros fenómenos climáticos que afectan la vida de la gente, mas Rubiera, a sus 77 años, sigue siendo la voz de la sabiduría y la calma en situaciones de amenaza, el cazador de huracanes por excelencia.
Nacido en San Antonio del Río Blanco, en Jaruco, el 22 de enero de 1946, José María Rubiera Torres se interesó desde pequeño por las ciencias de la naturaleza y específicamente por el clima, lo que lo llevó a estudiar esta disciplina en la Universidad de La Habana.
De inmediato sobresalió entre sus compañeros y su carrera tuvo un ascenso meteórico hasta convertirse en el principal experto del país en cuanto a pronóstico del tiempo y amenazas de huracanes, y el rostro principal de la televisión cubana en los momentos de mayor alerta meteorológica.
Los cubanos no sólo lo ven como el gran científico que es, sino como alguien mucho más cercano, gracias a su gran capacidad para comunicar sobre temas muy complejos de una manera sencilla y comprensible para todos los públicos.
Fue director del Instituto de Meteorología de Cuba, mientras conjugaba su trabajo en los medios de comunicación y en las aulas, donde asumió el rol de profesor universitario.
En el ámbito internacional, Rubiera es considerado como uno de los referentes en su campo, por lo que mereció el puesto de Vice-Presidente del Comité de Huracanes de la Asociación Regional IV América del Norte, América Central y el Caribe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
