La Diosa está de estreno, y no fue por falta de aviso. Llegó con un tema que vuelve a “calentar”, al nivel de otros éxitos como Por debajo del agua o 40 libras, que, a pesar de las críticas por su supuesta “vulgaridad”, siguen siendo de los más populares en su repertorio.
Y es que la propia Diosa lo había dicho hace unos meses: a nadie le gusta verla “tranquilita”. Así que, fiel a su estilo, sacó todo su armamento para este lanzamiento, que va directo a las “malas lenguas” y a quienes se dedican a hablar mal de los demás.
Desde el anuncio de La Conchinchina —la nueva canción que llega con videoclip a todo color—, sus seguidores ya le pedían que viniera acompañada de un audiovisual a la altura. Y cumplió.
El escenario elegido: una peluquería, donde se bailó y se gozó. Y no faltaron los guiños: incluso apareció el perfume Mamasota, que la cantante lanzó hace unos meses. ¿Un mensajito subliminal para aquellas “vecinas” que lo necesiten? Puede ser.
Ya desde el adelanto se sabía que el tema venía con puro ritmo. La Diosa, considerada una de las reinas del género urbano cubano —pese a sus detractores—, supo defender las “pistas reparteras” que le preparó Rey El Mago.
Como era de esperarse, los comentarios no tardaron en llegar. Y, como suele ocurrir con los estrenos más atrevidos de La Diosa, las opiniones estuvieron divididas: algunos la acusaron, nuevamente, de “vulgar”, mientras otros celebraron que regresara con su estilo más potente.
“Pasó de cantante a humorista”, “Wow, ¿cuando sale del baño no se seca? Qué letra más bella”, “Dios, ¿a dónde vamos a llegar? ¡Qué bajo!”… fueron algunas de las críticas. Mientras que otros la aplaudieron con entusiasmo: “¡Este tema me gustaaaaaa!”, “¡Qué dureza por Dios!”, “¡La DIOSaaaaaaaaaa! Dando PALO…”.
Lo cierto es que parte de la personalidad que La Diosa ha construido en redes se basa en su carácter explosivo y su estilo sin filtros. Esa autenticidad le ha ganado una comunidad sólida de seguidores. Así que, sin medias tintas: o te encanta, o la odias.