Según Eladio, él no recuerda haber visto una cola así en Miami desde el año 2020, cuando explotó el COVID en EE.UU. y cientos de personas se fueron a pedir en las oficinas de Hialeah, donde él reside, su desempleo pero, en el Social Security, dice que nunca.
Eladio añade que muy probablemente tampoco haya visto una cola así en el Mall de las Américas, en la oficina donde dan las licencias de Conducción.
«Chico, no jodas que esto ahora se va a parecer a Cuba,» dice tras enterarse que, en las oficinas del Social Security de Hialeah hay «un mar de pueblo».
La foto, enviada vía chat a Eladio muestra a cientos de personas haciendo fila frente a una oficina del Seguro Social en Hialeah, Florida.
Hialeah es la ciudad que se considera tiene la mayor cantidad de cubanos en los EE. UU. Una ciudad donde incluso, «casi» no se habla inglés. De hecho, en Hialeah, hay que hablar español, sino estás «frito».
En un artículo publicado recientemente por el diario Wall Street Journal, el medio cita a un portavoz del Departamento de Estado el cual dijo que Estados Unidos está profundamente preocupado por el aumento de la migración cubana.
“Los negocios depredadores se están aprovechando de su desesperación, cobrando a los cubanos y sus familias tarifas exorbitantes para salir de la isla”, dijo el vocero.
Una visión tan preocupante como esa la tiene Esteban Bovo, alcalde de Hialeah.
“Estoy tratando de entender los números”, dijo.
Hialeah es una ciudad de clase trabajadora de más de 230.000 habitantes vecina a Miami, ciudad esta última a la que llegan casi todos los cubanos una vez que llegan a los EE.UU., pues allí viven amigos y familiares.
Allí consiguen un techo, algún dinero que les cae de regalo de las manos de aquellos que llevan más tiempo en la ciudad. Ropa, y lo mejor de todo: un colchón para dormir.
Lo más complicado es conseguir no quien te indique dónde tienen que ir para resolver «el trámite», sino quien te lleve, pero los cubanos se las apañan.
«Aquí todos son expertos en eso, saben los papeles que tienen que llevar. Y si no te pueden dar el ride, te montan en la guagua y te dicen: bájate en la 65 y la 21 del West. ¡Cómo si uno supiera dónde está la 65 y la 21!,» dice Carlos Alberto y aclara:
«Te dicen que hay un edificio grande, color carmelita con una bandera americana. Pero lo verdaderamente inconfundible es la cola y la pinta de la gente. Parece Cuatro Caminos, mi hermano.»
tal vez quieras leer: Balseros cubanos: pronto a ser 4500
