Son dos grandes del cine y la actuación en Cuba, pero, más que nada, los une una amistad inquebrantable y una pasión infinita por la creación. Jorge Perugrorría y Vladimir Cruz abrieron el año juntos, ¿habrá nuevos proyectos en el horizonte?
No es arriesgado decir que todos los cubanos conocemos a este par de actorazos. Probablemente, el primer recuerdo que muchos amantes del cine doméstico compartimos sea el complicado pero poderoso y transgresor vínculo entre Diego y David en “Fresa y Chocolate”.
Bajo la dirección del magnífico Titón (Tomás Gutiérrez Alea), esa fue la primera gran película en la que ambos trabajaron juntos y la que selló su amistad para siempre. Corría el difícil año 1993 y los actores se lanzaban a producir lo que se convertiría en uno de los primeros referentes de temática LGBTIQ+ en el cine hispano.
Mirtha Ibarra, por aquellos tiempos pareja de Titón, acompañó a Perugorría y Cruz para encarnar a los protagonistas del cuento de Senel Paz, “El lobo, el bosque y el hombre nuevo”, adaptado por el propio Paz para el guion final.
El resto ya lo conocemos: fue la primera película en representación de Cuba que obtuvo una nominación, en la categoría de Mejor Película Extranjera, en los Premios Óscar de 1994; y obtuvo el Premio Goya al mejor largometraje extranjero de habla hispana en la edición celebrada el 21 de enero de 1995.
Pero eso solo fue el comienzo. El dúo ha tenido un recorrido tan intenso y prolífico en los escenarios de Iberoamérica, que en abril del año pasado fueron reconocidos por la Academia de Cine de España durante la entrega de su Medalla de Oro a los y las intérpretes latinos que han contribuido al cine español.
Jorge Perugorría, también conocido como Pichi, nació en el Wajay, al sur de La Habana, el 13 de agosto de 1965. Sus inquietudes creativas se extendieron también al mundo de la realización cinematográfica documental, así como la pintura y la escultura.
Vladimir Cruz nació el 26 de julio del mismo año, pero en Placetas, Villa Clara. Desde los 15 años comenzó a actuar como aficionado y, dos años más tarde, se mudó a la capital para estudiar en el Instituto Superior de Arte. Desde 2005 trabaja además en la escritura de guiones y en la generación y gestión de diversos proyectos audiovisuales.
Como dato curioso, a ambos actores les fue otorgada la nacionalidad española por carta de naturaleza.
Compartieron el reparto de muchas películas, pero no fue hasta 2009 que Perugorría y Cruz se lanzaron como codirectores. El bautizo de fuego de ambos fue con el filme Afinidades, donde también son actores.
Tras finalizado rodaje, el Pichi dejó claro que “dirigir es una experiencia bien difícil, irrepetible”. “Si me vuelvo a poner detrás de la cámara, no me pondré delante a la vez”, dijo en aquel momento en declaraciones para el diario El Correo.
“En realidad, nosotros hemos hecho juntos como actores seis o siete películas, pero siempre dicen que este es el reencuentro”, decía Cruz, por su parte, al periódico Casa Mediterráneo.
Señaló que mucha gente tomó el proyecto con escepticismo. “Y yo respondo que nosotros aprendimos a hacer cine en equipo, donde los egos hay que dejarlos aparte y lo único importante es la historia”, respondió.
