Tras haber emigrado hace casi una década de Cuba, la agrupación Kola Loka ha asegurado que, aunque actualmente no es “parte del menú” que le interesa a muchos promotores musicales en Miami, será “inevitable” el momento en que le tocará “volver a brillar” porque alguien reconocerá su talento.
Preguntados en el programa Destino Tolk de YouTube sobre por qué hay promotores y artistas que “se hacen los ciegos y no los ven”, Yasser Robinson (Robinsón) y Ángel Torres (Angelón), integrantes de Kola Loka, destacaron que, en el “diapasón mental” de muchos de ellos, “ya eres un grupo que caducaste”.
“Sin expresar un dolor”, sino “una realidad”, el grupo nacido en Santiago de Cuba en 2001 aseveró que sigue “haciendo música” y que, “sin caer en arrogancias”, le demostrará “a todo el mundo” que “estamos vivos y puestos pa’ el play”. O mejor dicho, “que somos parte del play”.
La agrupación que, de acuerdo con el influencer conocido como Destino, “después de tener dinero, fama y apoyar a todo el mundo”, está en Miami “sin apoyo de nadie”, ha reconocido que “el apoyo a nosotros no ha sido el mejor”, aunque “no le reprochamos nada a nadie”.
Kola Loka, que en los primeros años de los 2000 se hizo popular en Cuba con éxitos como ‘El calentico’, ‘No me da mi gana americana’, ‘El cachito’, ‘A la my love’ y ‘La estafa del babalao’, considera que no ha sido más precisamente “por falta de arrogancia”.
Ambos cantantes recordaron además “cuando llegamos por primera vez a un programa de televisión en Cuba”, que “nos hicieron cantar en vivo” porque, por “la mala pinta que teníamos”, no creían que “éramos artistas”.
Asimismo, destacaron que “Kola Loka surgió por accidente” y con su “me siento suave, me siento rico” “nos fuimos viral de un día para otro”. “‘El calentico’ marcó un antes y después porque hicimos televisión nacional y así Cuba nos vio”, añadieron.
Estos pioneros del reguetón en la isla rememoraron también los tiempos en que llegaron a La Habana “pegados”, pero siendo “los mismos guajiritos de siempre”, “recogedores de café”, con “un hueco en los zapatos”.
En aquel entonces, cobraban “lo que nos dieran”, porque “en Cuba no es el público quien decide si cantas”. Así pasaron unos años hasta que “vino un extranjero” que quiso llevarlos a cantar a México.
De igual forma, piensan que “La Habana nos tragó” porque “teníamos mucha hambre en todos los aspectos”. Con la fama, que tuvieron siendo muy jovencitos, “de la noche a la mañana”, aparecieron “agentes externos” que terminaron siendo una mala influencia.
“Llegó el dinero, pero también los amigos y las mujeres falsos, y el ego”, lo que les hizo cometer errores y tener discusiones. “Pero fue algo interno”, dijeron sobre la misma cuerda, pero desminitiendo que hayan sido arrogantes con otros artistas. “Kola Loka nos convirtió en personas y eso va por delante de nosotros mismos”, acotaron.
Como ambos saben “lo que es pasar trabajo”, más que darle oportunidad “a todo el mundo”, “nunca se lo quitamos a nadie”.
En tal sentido, Kola Loka subrayó que por la reconocida peña musical que tuvieron en sus inicios en la capital cubana pasaron artistas y agrupaciones como “Chocolate, Osmany García, Los 4, Gente de Zona, Habana de Primera, Insurrecto, El Chacal, Jacob Forever, Baby Lores, El Taiger, José El Pillo, y El Micha”.
Después de viajar varias veces fuera de Cuba, Kola Loka se quedó en Estados Unidos por “decisión personal” de sus miembros.
“Estábamos en un país con trabas y limitaciones para hacer nuestro trabajo, para hacer lo que nos gusta, por el nivel burocrático que hay, porque todo es totalitario, y otro mete la pata y a ti te parten el pie”, expresaron al hablar de sus razones para emigrar, que han sido las de muchos otros artistas cubanos que están hoy en Miami, “con su doble sentido o su doble moral”.
Con un matiz cómico cercano al teatro vernáculo, el grupo de más de dos décadas fusiona el reguetón con kisomba, calipso, merengue y ritmos caribeños.
