El pelotero retirado y entrenador cubano Julio Estrada salió en libertad tras cumplir una condena de cerca de cinco años por el “tráfico de peloteros” de Cuba hacia los Estados Unidos, entre los que se encuentra José Dariel Abreu, quien tras su fuga de la isla en 2013 con la ayuda de Estrada firmó su primer contrato de un contrato de 68 millones de dólares por cinco años con los Medias Blancas de Chicago.
El veterano ex integrante del equipo habanero Industriales fue encontrado culpable tres cargos por traer de manera ilegal a los Estados Unidos a peloteros cubanos burlando a las autoridades, algo de lo que no se arrepiente, pues “todos esos peloteros adquirieron la libertad, y eso no tiene precio, y sus familias también fueron libres, y todos desde el que tuvo el contrato más bajo, como Reiniel Casanova que firmó por 35 mil, hasta José Dariel Abreu que firmó por 68 millones, adquirieron una mejoría económica y adquirieron libertad. No cambio eso por nada y me considero afortunado de haber trabajado con ellos. Y no lo cambio por el tiempo que estuve fuera de mi familia, que fue lo más doloroso”, comentó recientemente en una entrevista realizada por el periodista Jorge Ebro para El Nuevo Herald luego de su salida de prisión.
Estrada se considera “descontento con la manera en que se cubrió la noticia” y calificó el término de tráfico como “complicado”, explicando que “aunque fui hallado culpable, me gustaría más, contrabando, porque tráfico significa como que es contra de tu voluntad, como que estás sufriendo, como esas personas de otros países que sí son víctimas de un tráfico”, mientras que los jugadores cubanos estaban de total acuerdo con él.
A pesar de haber perdido el caso, yendo finalmente a prisión en 2017, Estrada se mostró antes agradecido por “vivir en este país, por respirar esos aires de libertad que no se respiran en nuestra tierra. Agradecemos el proceso como tal. Me acusaron. Yo me defendí a través de mis abogados. Presenté mis argumentos. En Cuba eres culpable antes de ser arrestado. Ya eso quedó en el pasado y ahora a mirar al futuro”.
Comentó que “gracias a este proceso, yo recupero mi pleno derecho de seguir trabajando en el béisbol que es lo que amo, lo que me gusta y con lo que mejor me ha ido. Voy a estar vinculado al béisbol. Ya sea entrenando niños. Ya lo hice en el pasado. He pisado terrenos de Grandes Ligas como asesor. He pasado por todas las categorías. Fui coach de un preuniversitario, Coral Park, un cubano que había jugado en la Serie Nacional de Cuba’‘.
