Sobre Mario Vallejo se podrán tener cientos de opiniones distintas, pero no hay dudas de que sabe exprimirle bien el jugo a estos personajes del régimen.
Tal y como hizo ante Susely Morfa en Panamá en el año 2015, la que se quedó con el mote de «Psicóloga Millonaria», otra vez Mario Vallejo logra sacarle unas palabras de oro, a esta jueza cubana recién sancionada ayer por el Departamento de Estado de los EE.UU.
La jueza cubana María Elena Fornari Conde, recientemente sancionada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, respondió con evasivas, amenazas y una supuesta “ley 182” a una llamada del periodista cubanoamericano Mario Vallejo. En la conversación, publicada en las redes del reportero, Vallejo le pregunta directamente por su participación en juicios arbitrarios contra opositores, entre ellos el del joven activista Luis Robles.
Fornari Conde, visiblemente incómoda, negó haber juzgado a disidentes por motivos políticos, afirmó que los juicios eran “por otras razones”.
La jueza, que en todo momento quiso hacerse ver cómo que no tenía responsabilidad en el asunto y que era «apenas» una juez lego, amenazó con “levantar una acusación” contra Vallejo por difundir su nombre y dirección, alegando una supuesta violación de la “ley 182”, sin aclarar de qué legislación se trataba. También insinuó que el periodista no tenía derecho a divulgar información que es, sin embargo, de dominio público.
La sanción contra la jueza forma parte de una lista divulgada esta semana por el Departamento de Estado, que responsabiliza a cuatro funcionarios judiciales cubanos por haber participado en procesos judiciales “arbitrarios y sin garantías” contra jóvenes opositores, en favor del régimen de La Habana.
Uno de los casos más notorios es el de Luis Robles Elizástigui, quien fue arrestado en diciembre de 2020 en La Habana por sostener una pancarta que decía “Libertad. No más represión. #Free_Denis”, en alusión al rapero disidente Denis Solís. Robles fue condenado a cinco años de cárcel por los delitos de “propaganda enemiga” y “desobediencia”. Organizaciones como Amnistía Internacional lo declararon preso de conciencia, y fue excarcelado a inicios de este año.
La breve pero reveladora entrevista de Vallejo deja en evidencia el nerviosismo de quienes hasta hace poco dictaban sentencia desde los tribunales del régimen, ahora enfrentando consecuencias internacionales. Lejos de mostrar arrepentimiento o justificar su actuar, Fornari reaccionó con una mezcla de desdén, confusión legal y arrogancia, típica de quienes se creyeron impunes durante años.
La buena noticia es que tras esta decisión, la jueza Fornaris ya no podrá siquiera intentar llegar a los EE.UU. como quiso hacer su colega de profesión Melody González Pedraza, quien ayer también recibió una muy mala noticia; pero esa, es otra historia.





