El presidente norteamericano Joe Biden pareció haberle lanzado una protección especial a los migrantes cubanos al señalar que “no es racional” deportarlos. Junto con ellos, incluyó a los migrantes nicaraguenses y venezolanos.
Más de 190 mil personas procedentes de Cuba han llegado a territorio estadounidense en el actual año fiscal. Han sido, durantes meses, segundos o terceros en números, detrás de los migrantes mexicanos u hondureños; aunque, según las cifras divulgadas el pasado lunes por el Custom Border Patrol, CBP, en agosto, los migrantes venezolanos superaron a los cubanos, ocupando estos últimos otra vez el tercer puesto.
Biden, en rueda de prensa realizada en la Casa Blanca, señaló que “no es racional” la deportación de indocumentados procedentes de esos tres países, conocidos como el eje del mal (socialista) en la región de Latinoamérica.
“Ahora estoy atento a migrantes de Venezuela, Cuba y Nicaragua. La posibilidad de enviarlos de regreso a esos países no es racional”, manifestó el ocupante de la silla oval en la Casa Blanca.
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El presidente Joe Biden parece concentrarse solo en la estrategia de Estados Unidos de mantener un fuerte patrullaje en la frontera para evitar el ingreso de extranjeros sin documentos; aunque la realidad parece superar sus intenciones.
Prueba de ello es que planteó que su administración trabaja con el Gobierno mexicano y otras autoridades de la región para tratar de frenar el flujo migratorio hacia la nación norteamericana, y dijo que su administración enfrenta un escenario migratorio muy diferente a lo vivido durante la gestión del expresidente Donald Trump.
La diferencia radica, según sus palabras – y los hechos – en que en la época de Trump los migrantes que llegaban a EE.UU. eran mayoritariamente centroamericanos; ahora, aunque se mantiene el flujo de Centroamérica -mexicanos, hondureños y guatemaltecos fundamentalmente-, se han incorporado en mayores números que hondureños y guatemaltecos, cubanos y venezolanos, con los nicaragüenses pisándole los talones a todos.
Venezolanos
Cubanos (según el reporte, en agosto entraron de manera irregular unas 20.031 personas oriundas de Cuba, cifra muy similar a lo contabilizado en julio)
Nicaragüenses
La cantidad de migrantes cubanos ingresados en agosto contribuyó a que la cifra total de migrantes cubanos que han llegado a territorio estadounidense en este año fiscal próximo a culminar en apenas 9 días, alcance los 197.870.
Sin dudas, una vez en octubre, cuando se compilen las cifras de septiembre, el número superará ampliamente los 200 mil, una cifra que, cuando se mencionó en los pasados meses de febrero, marzo y abril, a muchos les pareció una verdadera exageración pero que, ahora, tras la publicación de los más recientes datos hasta pudiera quedar corta en su predicción.
Este éxodo representa un récord muy superior a lo reportado en 2020 y 2021, convirtiendo a Cuba en la cuarta nación con mayor cantidad de ciudadanos cruzando la frontera; únicamente superada por Honduras, Guatemala y México, pero con prácticamente tres o cuatro meses «menos», porque el verdadero flujo de cubanos comenzó a partir de febrero de este año.
Todo eso ocurre a pesar de que en teoría, entre los planes del Gobierno de Joe Biden estaría contemplada la devolución de migrantes cubanos, venezolanos y nicaragüenses a México mediante la aplicación del Título 42; un plan que según funcionarios de México y los Estados Unidos, no sería aceptado por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Este pasar la papa caliente a una nación más empobrecida y con menos recursos para enfrentar un éxodo migratorio, pudiera acarrear ciertos problemas a la nación azteca, que reiteradamente ha insistido en que el cierre de la frontera solo contirbuye a crearles un problema de logística y sanitario en la región, amén de que contribuye al peligro de que bandas dedicadas al secuestro de migrantes, hagan de esos lugares su primavera de secuestros, primera parte de la fase de extorsión a los familiares de los secuestrados.
