Nuestro equipo le preguntó a la Inteligencia Artificial, específicamente a Chat GPT-4 cómo sería Cuba en el año 2200 si el país continuara bajo el mismo sistema que tomó el poder el 1 de enero de 1959. Las imágenes muestran lo que ya los cubanos han estado viviendo durante décadas, con un mayor recrudecimiento en los últimos años, donde, además, la isla ha experimentado el mayor éxodo migratorio de su historia.
Edificios ausentes de pintura, pero con humedad y mugre en su lugar; montones de basura en calles, zonas verdes y que incluso llegan a los ríos; ausencia de ventanas en muchos hogares que se han visto en la obligación de clausurar esa entrada de luz y aire; balcones deteriorados; casas en peligro de derrumbe; ciudadanos que, aunque no pueden distinguirse muy bien, sí es fácil apreciar que visten prendas humildes, llevando lo básico. Así ha mostrado la Cuba del 2200 la IA, una Cuba que quienes hoy vivimos no veremos pero que nuestros nietos seguramente sí; y de cumplirse la predicción de esta plataforma, sería un escenario desalentador.
Y aunque la propia IA nos dice que no puede predecir el futuro, después matiza: de manera precisa e infalible, estas plataformas analizan un alto volumen de datos y patrones en aras de identificar tendencias para proporcionar su respuesta. Se trata justamente de eso, de una predicción, donde las imágenes hablan por sí solas.
Desarrollada por OpenAI ChatGPT-4 específicamente ha sido entrenado con alrededor de 100 billones de parámetros. El modelo, que tiene capacidades avanzadas de razonamiento, aclara mientras genera las imágenes que se trata más de una interpretación artística que de una predicción “precisa” del futuro. “Perceptible de manera clara y nítida”, ese es el significado del término “precisa” según la Real Academia de la Lengua Española, una palabra que quizás para los cubanos de hoy no diga nada, pues si algo no han tenido es las cosas “claras y nítidas”.
