Desde que se hizo pública la relación entre la actriz cubana Ana de Armas y Manuel Anido Cuesta, hijastro del presidente cubano Miguel Díaz-Canel, las redes sociales han estallado con críticas hacia la actriz por su evidente cercanía al círculo más próximo del régimen cubano.
Este revuelo no solo ha afectado la imagen de Ana de Armas, sino que también ha puesto bajo escrutinio a las marcas de las que es embajadora, como Estée Lauder y Louis Vuitton.
Dado que los comentarios en las publicaciones de la actriz están limitados, las críticas han llegado directamente a las cuentas oficiales de las marcas. En ellas, usuarios las acusan de lucrarse con «la sangre de los cubanos» y de apoyar a «la dictadura cubana».
Incluso, en Miami, recientemente, cientos de cubanos protestaron en el ámbito digital después de que apareciera una publicidad de Estée Lauder con la cara de la actriz en el Miami Design District.
Ante esta controversia, muchos se han preguntado si las marcas mantendrían a Ana de Armas como embajadora. Sin embargo, todo parece indicar que la actriz busca dejar claro que su relación con Louis Vuitton sigue intacta, a pesar de las críticas relacionadas con su pareja y sus lazos con el régimen.
Cabe mencionar que, aunque Manuel Anido Cuesta no tiene un cargo oficial de asesor, varios medios lo han señalado como parte de viajes y actividades oficiales del gobierno cubano.
Mientras los cubanos van a enfrentar unas fiestas navideñas marcadas por la escasez y la oscuridad, Ana de Armas no ha dudado en mostrar en sus historias de Instagram los lujosos regalos que recibe como embajadora.
En una de sus publicaciones recientes, compartió una foto de un exclusivo paquete de Louis Vuitton que recibió como obsequio navideño, acompañada de la canción “It’s Beginning to Look Like Christmas” de Michael Bublé. En el texto de la historia, la actriz escribió: “Thank you Louis Vuitton fam”.
Además, agregó una imagen de una carta personalizada dirigida a “Madame Ana de Armas”.
Con ello bien se pudiera presuponer cuál sería la posición de la marca francesa frente a un contexto tan difícil como Cuba, o lo que es peor, su poco interés en que se le vincule a figuras que directamente han influido en la crisis sistémica que aqueja al país donde la palabra escasez ya queda corta.
Este descontento también ha llegado a las clientas más exclusivas de Louis Vuitton, como la filántropa cubana Tati Guirigitey, conocida en redes como La Mami Lover. Guirigitey expresó su indignación a través de una carta dirigida a la marca, en la que afirmó que dejará de comprar sus productos mientras Ana de Armas siga siendo su imagen.