Aunque las imágenes de la inundación provocada por el huracán Ian en Naples se han vuelto virales en Internet, sin dudas la foto de un asistente de salud de un hospital en medio de un charco de agua, en la ciudad de North Port, son más elocuentes del drama vivido por los residentes en la costa oeste de la Florida.
El huracán, según WFTL, «entró como un león y salió como un cordero».
La frase resume la realidad de un fenómeno que entró por la costa oeste de la Florida casi que como un huracán categoría 5 – apenas por 2mph fue la diferencia – y salió por la este como una tormenta tropical. Atrás dejaba a 2,5 millones de residentes sin electricidad. Ciudades inundadas y hasta un hospital en Port Charlotte con una «piscina natural» en sus salas.
Señala la Dra. Birgit Bodine, quien pasó la noche en el Hospital HCA Florida Fawcett en Port Charlotte, que el agua del huracán Ian golpea comenzó a entrar «desde arriba y desde abajo».
Así lo indica AP, al referirse a cómo «la marejada ciclónica inundó la sala de emergencias del nivel inferior mientras que los fuertes vientos arrancaron parte del techo del cuarto piso de su unidad de cuidados intensivos».
La que es ahora – en apariencias – una «inocente» tormenta tropical, le entró con toda la fuerza posible – vientos de 155 mph – a Port Charlotte, ciudad que estaba en la primera «trinchera», justo frente al lugar por donde entraría Ian a la Florida.
Uno de los doctores entrevistados por AP asegura que estaban conscientes de la peligrosidad del organismo, «pero no anticipamos que el techo del cuarto piso volaría”, abaja allí.
Cuando el agua comenzó a penetrar por encima en la unidad de Cuidados Intensivos, el personal evacuó a los pacientes más enfermos del hospital, algunos de ellos con ventiladores, a otros pisos.
La imagen sin dudas sugiere cierta similitud a los primeros minutos de lo vivido en los hospitales de New Orleans cuando en el año 2005, el huracán Katrina rompió el dique de contención de las aguas y el mar empezó a penetrar dentro de la ciudad.
La Dra. Bodine aseguró que rápidamente los miembros del personal recurrieron a toallas y contenedores de plástico para tratar de recoger el agua que caía del techo. Debido a eso, todos los pacientes fueron agrupados en dos pisos inferiores.
“Para nosotros, por mucho que todo sea terrible y estemos exhaustos… mientras nuestros pacientes estén bien y nadie termine muriendo o teniendo un mal resultado, eso es lo que importa”, dijo Bodine, quien afirmó que los pacientes fueron en su mayoría comprensivos y optimistas.
Pero, ¿tan mal estuvo el clima? Pues sí, no muy lejos de allí, a apenas unos pocos kilómetros, una webcam grababa la penetración del mar en Fort Myers, donde incluso se aprecian a dos curiosos que llegaron a ver cómo penetraba el mar y debieron salir corriendo del lugar.
La reportera Kyla Galer, la misma que ahora es trending topic en las redes por haber usado un condón para proteger su micrófono de la lluvia y del ruido de los vientos, testimonió en su cuenta de Twitter las inundaciones en esta zona.
También lo hizo en otras zonas que no están muy distantes del hospital donde la lluvia y el mar hicieron las suyas «desde arriba y desde abajo», tal y como expresara a AP la Dra. Bodine.
Contenedores navegando, vehículos tapados por las aguas. Así lucía Fort Myers, y ciudades aledañas, ayer miércoles.
En Naples el panorama también fue desolador. Con severas inundaciones, cortes de electricidad, incendios. Igual sucedió en Cape Coral.
Y también en Cape Coral, ciudad situada entre Ft. Myer y North Port.
Incluso, ya cuando Ian salía, dejó destrozos en ciudades como Delray Beach y St. Augustine.
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