Un video grabado con un teléfono celular muestra a un hombre gritando en un vuelo de Southwest Airlines con destino a Fort Lauderdale, quejándose del llanto de un bebé.
El hombre literalmente perdió el control, gritó e insultó a otros pasajeros e insistió en que impidieran que el bebé llorara.
El video muestra la rabieta del hombre, y es evidente que otros pasajeros presenciaron la conmoción.
El vuelo había estado dando vueltas sobre el océano cerca de West Palm Beach durante una hora debido al mal tiempo, y el llanto del bebé se sumó a la frustración del hombre.
A pesar de los intentos de los asistentes de vuelo y otros funcionarios por calmar la situación, el hombre permaneció agitado y se negó a calmarse.
El vuelo se desvió a Orlando y finalmente se pidió a todos los que iban a bordo que desembarcaran. No está claro si el hombre enfrentó alguna consecuencia.
Pero, ¿es posible que esto suceda frecuentemente?
Pues sí. Existen estudios relacionados con el llanto de los niños y cómo esto puede afectar la salud emocional de los adultos, así como el efecto que tiene en las personas que viajan en el mismo medio de transporte, especialmente si están soñolientas.
En cuanto al impacto emocional del llanto de los niños en los adultos, algunos estudios han encontrado que el llanto de los niños puede ser una fuente de estrés y ansiedad para los adultos, especialmente si los adultos son los padres o cuidadores del niño llorando. Esto puede deberse a que los adultos pueden sentirse impotentes o frustrados por no poder calmar al niño, o pueden preocuparse por el bienestar del niño.
En términos de los efectos sobre las personas soñolientas que viajan en el mismo medio de transporte, algunos estudios han encontrado que el llanto de los niños puede ser un factor que contribuye a la fatiga y la falta de atención en los conductores de automóviles y otros medios de transporte. Esto se debe en parte al hecho de que el llanto de los niños puede ser muy perturbador y difícil de ignorar, lo que puede hacer que los conductores pierdan la concentración y la atención en la carretera.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que el impacto emocional y físico del llanto de los niños puede variar según la situación y la persona involucrada. Algunos adultos pueden ser más tolerantes al llanto de los niños, mientras que otros pueden ser más sensibles.
Además, hay que tener en cuenta el hecho de que ¡es un niño! y que el llanto es su manera de comunicarse en ocasiones, especialmente si es un bebé, para dar a conocer que algo está mal, por lo que nos queda a nosotros, adultos, ser tolerantes y asumir que esta es una situación que se escapa de la voluntariedad del menor y nos toca enfrentarlo con calma y conciencia adecuadas.
tal vez quieras leer: Cómo hacer si quieres viajar con mascotas a los Estados Unidos
