Mucho antes de que el tiempo y sus malas decisiones derribaran a Félix Savón, solo un boxeador en Cuba había enviado a la lona en dos ocasiones al tricampeón olímpico de los 91 kilogramos: el gran Juan Carlos Delis Cause, quien falleció este domingo, víctima de una enfermedad cardiovascular. Sus hermanos de la fraternidad Odd Fellows unidos lo despidieron con sus rituales.
En redes sociales circuló una imagen de la íntima ceremonia que le dedicaron sus cofrades al pegador, ante el féretro cubierto por la bandera cubana, y con la indumentaria típica de este grupo que se denomina heredero de la masonería. Con sus espadas y tocados, con mucho respeto y la discreción que caracteriza a estas sociedades, le dijeron adiós al hermano.
Delis Cause tenía apenas 57 años, pero su gigantesca anatomía no pudo en la pelea contra el corazón, y poco después del mediodía del domingo falleció en el Cardiocentro de Santiago de Cuba. Tuvo una interesante carrera deportiva, con 204 victorias y 60 derrotas. Sin embargo, sus duelos contra Savón eran épicos, y se dice que a veces los jueces lo perjudicaron en la votación.
Por eso, insisten los que conocen de boxeo, nada despeja más las dudas que un inobjetable “knock-out”, y de esos Delis Cause le recetó dos a Savón, cuyo paradero aún es desconocido, y se desconoce si sigue preso por violar a un menor de edad, o lo tienen “escondido” en algún lugar.
La pelea más célebre entre Delis y Savón fue, justamente, la última de las nueve que tuvieron, y tuvoi lugar durante el campeonato nacional Playa Girón, en 1994. En aquella oportunidad, luego de tres asaltos el guantanamero le sacaba ventaja de seis golpes a tres al granmense, pero en el cuarto round Delis cruzó a Savón con un derechazo a la mandíbula que lo puso a dormir.
Tras el combate, Delis confesó que le supo mal ver al monarca inconsciente sobre el encerado. Desde entonces, por alguna razón, jamás los técnicos permitieron que cruzaran guantes de nuevo…
La trayectoria de Delis Cause no fue mala, incluso tuvo oportunidades en el extranjero, que aprovechó con creces porque tenía el físico, la escuela y la actitud. Pero coincidió en tiempo y categoría con Savón, y muchos años después de su retiro, en el 2000, se especuló sobre cuán lejos habría llegado si no hubiera sido marginado a la sombra del campeón.
Hace más de dos décadas vivía en el reparto Antonio Guiteras, en Bayamo, dedicado a la enseñanza del boxeo, y vinculado a una fraternidad cuya presencia en Cuba se remonta a 1883, con mucha influencia de Estados Unidos, y que llegó a ser prohibida por las autoridades coloniales de la isla, por miedo a conspiraciones.
