Las hermanas Mariana de la Caridad Fernández León y Yaneris Redondo León, manifestantes de las históricas protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 en Cuba corren “riesgo inminente” de ser deportadas de Estados Unidos a la isla, según denunció en redes sociale el grupo de trabajo sobre detenciones por motivos políticos en Cuba, Justicia 11J.
Mariana y Yaneris, condenadas en La Habana a cuatro años de trabajo correccional y siete de prisión, respectivamente, por los delitos de atentado, desacato y desórdenes públicos, huyeron de la isla en una balsa que salió de Cojímar con 42 personas a bordo y, tras 16 horas de travesía por mar, llegaron a Estados Unidos el 13 de noviembre de 2022, donde solicitaron asilo político.
Ahora, pese a riesgos documentados de represalia, las jóvenes podrían ser devueltas a la isla, donde continúan vigentes sus condenas, por lo que, de ser deportadas, irían del avión directo a la cárcel.
“Parece ser una decisión de no protección por parte de las autoridades de Estados Unidos”, lo que “contradice el principio de non-refoulement, que prohíbe la devolución de una persona a un país donde corre peligro de ser torturada, perseguida o sometida a tratos inhumanos o degradantes, incluso si su solicitud de asilo ha sido denegada”, apuntó Justicia 11J, que ha llamado al Gobierno y a los sistemas judicial y migratorio de Estados Unidos a detener el intento de deportación de ambas hermanas.
“A las organizaciones internacionales de derechos humanos: activen los mecanismos de protección internacional. Al exilio cubano y a la sociedad civil internacional: amplifiquen esta denuncia y sumen su respaldo. La causa de Mariana y Yaneris es legítima. Han sido coherentes en su defensa de la libertad de Cuba. Desde el exilio, han seguido denunciando las violaciones de derechos humanos del régimen cubano en medios, marchas y actos públicos, lo que agrava aún más su posible nueva estancia en cárceles de la isla”, subrayó Justicia 11J.
Según declaró Mariana al canal América TeVé tras llegar a Estados Unidos, “a nosotras nos hicieron un juicio y estuvimos esperando a que llegara la sentencia. Pensábamos que todo iba a estar bien, pero al final no cambió nada y ahí fue cuando tomamos acción”.
Mariana, que en el momento de las protestas del 11J tenía 18 años, fue hospitalizada a su llegada, tras sufrir un colapso renal.
En tanto, la mayor de ambas, Yaneris, fue detenida y luego puesta en libertad con un formulario I-296, una solicitud para ser liberado de la detención mientras se espera una decisión sobre la deportabilidad, que en la práctica es equivalente a una orden expedita de deportación, pero con posibilidades de defender un asilo.
“Regresar a Cuba sería dejarlas sin vida”, dijo a Telemundo 51 entonces entre lágrimas la madre de ambas, Yosima León, quien las acogió donde vive en Miramar, en el condado de Broward, Florida.
Hay que tener en cuenta que, desde que asumió la presidencia en enero pasado, Donald Trump ha impulsado con fuerza sus planes de una acelerada deportación masiva.