El huracán Helene, que tocó tierra en Florida como un catastrófico huracán de categoría 4, ha comenzado a perder fuerza mientras avanza hacia el interior del sureste de los Estados Unidos.
Horas después de su impacto inicial en la costa del Big Bend de Florida, la tormenta fue degradada a categoría 1, con vientos sostenidos de 80 mph a las 3 a.m. del viernes. Sin embargo, su capacidad de destrucción sigue siendo significativa a medida que se dirige hacia el norte.
Tras tocar tierra como Categoría 4 a las 11:10 p.m. del jueves, Helene rápidamente comenzó a debilitarse, pero continuó produciendo vientos huracanados mientras avanzaba hacia Georgia.
Las previsiones del Centro Nacional de Huracanes indican que el debilitamiento continuará conforme la tormenta se adentre en el estado de Tennessee, donde se espera que finalmente se degrade a tormenta tropical. Aun así, los expertos advierten que los efectos destructivos de Helene podrían sentirse durante varios días más en las áreas que están en su trayectoria.
Se ha emitido una advertencia de tormenta tropical para grandes áreas del sureste de los Estados Unidos, incluidas ciudades como Atlanta, Georgia, y Asheville, Carolina del Norte, que ya han comenzado a sentir el impacto de las intensas lluvias y vientos. En Asheville, se han registrado más de 8 pulgadas de lluvia en las últimas 24 horas, y se esperan acumulaciones totales de hasta 15 pulgadas en algunas zonas, lo que plantea un alto riesgo de deslizamientos de tierra.
El rápido desplazamiento de Helene ha sido otro factor que ha complicado las tareas de emergencia. A diferencia de otros huracanes que se mueven lentamente y permiten a las autoridades preparar mejor las respuestas, Helene ha avanzado a gran velocidad, lo que ha generado daños a lo largo de un área muy extensa. Incluso las regiones montañosas de Carolina del Norte y Tennessee podrían enfrentar inundaciones significativas, con algunos ríos alcanzando niveles históricos debido a las lluvias torrenciales asociadas con la tormenta.
El gobernador de Carolina del Sur, Henry McMaster, emitió una advertencia a sus ciudadanos para que tomen las precauciones necesarias, ya que el estado se encuentra bajo alerta por posibles inundaciones y tornados aislados. Aunque la tormenta ya no tiene la misma potencia que cuando tocó tierra en Florida, su gran tamaño y la cantidad de humedad que lleva consigo siguen siendo factores de riesgo importantes.
La trayectoria proyectada de Helene indica que se moverá hacia el noroeste, ralentizándose sobre el valle de Tennessee entre el viernes y el sábado. A medida que la tormenta se disipa, las áreas afectadas por las inundaciones y los cortes de energía enfrentarán un largo proceso de recuperación. Las autoridades advierten que algunas de las zonas más afectadas podrían permanecer sin electricidad durante semanas o incluso meses, debido a la magnitud de los daños en la infraestructura.
Mientras Helene continúa su avance, los residentes de los estados del sureste siguen lidiando con los estragos que ha dejado a su paso. Los equipos de emergencia están listos para continuar las operaciones de rescate y restauración tan pronto como las condiciones lo permitan, mientras que el país se mantiene alerta ante el potencial de más tormentas en esta activa temporada de huracanes.
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