Con inundaciones históricas y daños significativos en Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Florida y Tennessee, este ciclón tropical ha sido devastador tanto en pérdidas humanas como en destrucción material.
Las precipitaciones torrenciales, sumadas a la saturación del terreno por tormentas anteriores, causaron inundaciones históricas en Carolina del Norte, donde algunas áreas recibieron más de dos pies de lluvia.
Las previsiones del Centro Nacional de Huracanes indican que el debilitamiento continuará conforme la tormenta se adentre en el estado de Tennessee, donde se espera que finalmente se degrade a tormenta tropical. Aun así, los expertos advierten que los efectos destructivos de Helene podrían sentirse durante varios días más en las áreas que están en su trayectoria.
La magnitud del huracán Helene y su trayectoria están generando preocupación por un peligroso aumento en el nivel del mar, con marejadas ciclónicas que podrían alcanzar hasta 6 metros en algunas zonas del Big Bend de Florida, lo que podría provocar inundaciones devastadoras.
En total alrededor de 233.697 personas quedaron sin servicio eléctrico en Cuba como consecuencia de los fuertes vientos y lluvias intensas asociadas al paso del huracán.
Helene, que se convirtió en huracán en el Estrecho de Yucatán y se dirige hacia La Florida ya ha dejado estragos en el occidente cubano, con calles inundadas, caída de árboles y cortes de corriente eléctrica más allá delos habituales programados.
Helene se perfila como una de las tormentas más peligrosas de la temporada de huracanes de 2024, con el potencial de causar daños significativos en Cuba, México y Florida. La población debe permanecer alerta y seguir las instrucciones de las autoridades para minimizar los riesgos ante este fenómeno climático devastador.