El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX), a través de su ministro Bruno Rodríguez Parrilla, ha confirmado la presencia de al menos cinco mujeres cubanas en las áreas conflictivas de Gaza y Cisjordania, en medio de la escalada bélica entre el grupo palestino Hamás e Israel.
La comunicación se realizó vía Twitter, donde Rodríguez Parrilla aseguró que mantienen un «estrecho contacto» con estas ciudadanas para proporcionar la necesaria atención consular, coordinada a través de la embajada de Cuba en Egipto, nación que limita con la Franja de Gaza.
De las cubanas en la zona de conflicto, una permanece con su familia en Gaza, mientras que las otras cuatro están en Cisjordania. Esta situación pone de relieve la preocupante posición de los civiles extranjeros en zonas de conflicto.
Sin embargo, entre los internautas que vieron y comentaron el «tuit» de Bruno Rodríguez, queda el sabor dulceamargo de «la preocupación» por parte del gobierno cubano con relación a estas cinco connacionales; y es que la postura oficial de Cuba frente al conflicto, se ha caracterizado por condenar la pérdida de vidas civiles y la violación de los derechos del pueblo palestino. O sea: de condena a Israel.
Aunque Cuba no ha etiquetado a Hamás como una organización terrorista, ha criticado lo que considera una «política expansionista» por parte de Israel; con el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, expresando continuamente su rechazo a las continuas infracciones contra los palestinos, mediante llamados a adherirse a las resoluciones de la ONU para cesar la violencia.
¿Están realmente en peligro las cinco mujeres cubanas? Sí, y es claro, pero a los ojos del gobierno cubano por parte de Israel y no de los verdaderos iniciadores de este «nuevo» conflicto: el estado palestino y Hamás.
Las relaciones entre Cuba, el estado palestino y Hamás, son «excelentes», con funcionarios cubanos reuniéndose y todo, estrechando manos, con líderes de este movimiento extremista recientemente.
Cuba ha mantenido históricamente una postura de apoyo hacia la causa palestina.
Cuba ha mantenido históricamente una postura de apoyo hacia la causa palestina. Este apoyo se ha manifestado en foros internacionales y en la retórica política que condena las acciones de Israel y respalda la soberanía y autodeterminación palestina, con una relación con Hamás no de «público conocimiento» y sí, de manera indirecta, enmarcada en su apoyo más amplio a la causa palestina en general, mientras que la inmensa mayoría del planeta está de parte de Israel.
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No hay dudas que la situación actual subraya la complejidad de las relaciones internacionales en contextos de conflicto, donde la diplomacia y la seguridad de los ciudadanos en el extranjero se convierten en una preocupante prioridad.
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La presencia de cinco ciudadanas cubanas en áreas de conflicto resalta la universalidad del impacto de estas crisis, que no solo afecta a los residentes locales sino también a la comunidad internacional.
A diferencia de otros países, y hasta personas, que han logrado en medio del conflicto movilizar fuerzas y recursos para extraer a sus nacionales, el destino de estas cinco mujeres cubanas parece incierto, pues «pertenecen» a un país que, ante eventos de este tipo, o suele cruzarse de brazos, o aboga por «favores», pero nunca actúa de manera efectiva.
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El caso de los dos médicos cubanos que se encontraban prestando servicio en Kenya, y que fueron capturados por fuerzas rebeldes en el año 2019, y de los cuales se desconoce su destino o si están vivos o muertos, pudiera servir como amarga referencia a estas cinco mujeres cubanas que quedaron atrapadas en un conflicto milenario, tal vez el más añejo de todos los conflictos en la faz de la tierra.
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