El Comité Supremo de Catar advirtió a los aficionados del fútbol que quienes cometan adulterio podrían sufrir condenas de hasta 7 años de prisión.
El país asiático, que será la sede de la próxima Copa del Mundo de Fútbol a finales de este año, está considerado uno de los lugares más conservadores del planeta ya que las muestras de afecto en público están mal vistas allí, indica un reporte del periódico Daily Star.
Una fuente de la policía local declaró al medio británico que este campeonato mundial podría resultar “muy malo” para los fanáticos del balompié acostumbrados a beber y fiestas tras los partidos, actividades que están estrictamente prohibidas por las leyes de Catar.
Por su parte, el director ejecutivo de la Copa del Mundo, Nasser al-Khater, dijo que “la seguridad de cada aficionado es de suma importancia” para las autoridades locales aunque alertó que “las demostraciones públicas de afecto están mal vistas, no es parte de nuestra cultura, y eso se aplica para todos”.
Las manifestaciones homosexuales también están prohibidas en Catar, por lo que el evento más importante del fútbol internacional que comenzará en noviembre no será un buen espacio para la comunidad LGBT.
Al respecto, el secretario general de la Asociación de Fútbol de Qatar, Mansoor Al Ansari, avisó a las personas que quieran mostrar sus puntos de vista diversos en cuanto a preferencias sexuales, hacerlo “en una sociedad en la que esté aceptado”.
Catar aspira a 1,2 millones de turistas durante el Mundial de la FIFA, lo que representaría más de la mitad de su población.
El gobierno del pequeño emirato cuenta con menos de 30.000 habitaciones de hotel, por lo que ha potenciado las capacidades de alojamiento no hotelero en villas y apartamentos, además de otras 4.000 habitaciones en dos cruceros que permanecerán atracados en el puerto de Doha, la capital.