La confrontación entre el presidente Donald Trump y la Universidad de Harvard se intensifica como nunca antes. En esta ocasión, su administración ha prohibido a la prestigiosa institución patrocinar a estudiantes internacionales para obtener sus visas y asistir al centro académico.
La decisión fue tomada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), que revocó a Harvard su certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP), alegando un “incumplimiento de la ley”.
Desde su perfil en X (antes Twitter), la secretaria del DHS, Kristi Noem, defendió la medida, acusando a Harvard de “fomentar la violencia, el antisemitismo y coordinarse con el Partido Comunista Chino en su campus”.
Además, afirmó: “Es un privilegio, no un derecho, que las universidades admitan a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para ayudar a engrosar sus dotaciones multimillonarias”. Según Noem, esta decisión pretende ser una advertencia para el resto de las universidades del país.
This administration is holding Harvard accountable for fostering violence, antisemitism, and coordinating with the Chinese Communist Party on its campus.
— Secretary Kristi Noem (@Sec_Noem) May 22, 2025
It is a privilege, not a right, for universities to enroll foreign students and benefit from their higher tuition payments… pic.twitter.com/12hJWd1J86
En un comunicado recogido por medios como BBC y DW, Harvard calificó la medida de “ilegal” y aseguró estar “totalmente comprometida” con “mantener la capacidad de acoger a nuestros estudiantes y académicos internacionales, que provienen de más de 140 países y enriquecen inmensamente a la Universidad y a esta nación”.
“Estamos trabajando rápidamente para brindar orientación y apoyo a los miembros de nuestra comunidad. Esta acción de represalia amenaza con causar un daño grave a la comunidad de Harvard y a nuestro país, y socava la misión académica y de investigación de Harvard”, agregó la institución.
Tras la revocación, los estudiantes internacionales actualmente matriculados deberán optar por transferirse a otra institución, cambiar su estatus migratorio o abandonar el país, según se informa en el sitio web de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El Harvard Crimson, periódico estudiantil de la universidad, advirtió que la medida llega apenas una semana antes de la graduación de miles de estudiantes internacionales en la sede de la Ivy League, ubicada en Cambridge, Massachusetts.
Actualmente, Harvard acoge a más de 6,000 estudiantes internacionales, muchos de ellos con visas F-1 (para estudiantes de programas académicos) o J-1 (para programas de intercambio, incluyendo investigadores, docentes y médicos).