El gobierno cubano reconoció que no tiene recursos para garantizar la distribución de productos cárnicos a la población durante los próximos meses.
Yosvani Pupo Otero, viceministro primero del Ministerio del Comercio Interior (Mincin), señaló que “es una situación tensa que estará en dependencia de las disponibilidades, y en la medida que vayan llegando a la industria y al país se hará la distribución”.
El funcionario puntualizó que la distribución de carne de res para los niños y las dietas médicas no escapa a la situación.
Indicó que la entrega de pollo depende completamente del estado de las importaciones y la carne de res del ganado nacional que llega a la industria.
Pupo Otero añadió por otro lado que “para la última distribución del año se estima la venta de siete huevos por consumidor”.
La intervención del directivo tiene lugar en medio de una de las peores crisis que ha vivido el país en los últimos 60 años, marcada por el desabastecimiento de los productos básicos y el alza de los precios que ha encarecido notablemente la adquisición del alimentos por parte del promedio de los cubanos.
El pollo y el huevo, dos alimentos que años atrás se compraban con cierta facilidad, hoy se han convertido en un lujo en la mesa de los cubanos.
Una caja de huevos, por ejemplo, ha llegado a costar hasta 3000 pesos, cifra que cubre prácticamente el salario de una persona.
Los cubanos se cuestionan que el gobierno no pueda garantizar estos productos a precios asequibles, mientras en los negocios privados o mipymes se venden a cifras impagables por el gran por cierto de la población.
El gobierno culpa al embargo estadounidense del agravamiento de este panorama aunque solo en el mes de agosto, por ejemplo, las compras de pollo a EE.EU establecieron un récord histórico, fijado en unos 37,08 millones de dólares.
