En respuesta al desabastecimiento crónico y las largas colas para comprar combustible en las gasolineras cubanas, el gobierno de La Habana estableció un nuevo mecanismo burocrático que lejos de mitigar el problema ha provocado más molestias a los conductores de vehículos.
“Las medidas del gobierno de La Habana surten efecto… ya las colas grandes no son en los Cupets, ahora las perreras son en las prelistas para poder anotarse en ‘La lista’ oficial. Desde ayer en una prelista. Hoy, con suerte, clasifico en ‘La Lista’, publicó en Twitter el Doctor en Ciencias Físicas Osmany García.
Las autoridades capitalinas informaron la semana pasada que se extendería a toda la urbe una “experiencia” surgida en el Servicentro El Tángana, cuyo administrador creó un grupo de Whatsapp por donde informa los números de los clientes que podrán adquirir el carburante en la jornada.
El procedimiento requiere que los choferes se anoten en un listado y compartan con el responsable de cada servicentro sus datos personales, además de la circulación del vehículo, la matrícula y el teléfono móvil por el cual se le puede localizar.
Con esa nueva medida el gobierno de La Habana persigue eliminar las aglomeraciones de autos parqueados durante horas y hasta días en las cercanías de las gasolineras, más que atenuar el serio déficit de combustible.
“Finalmente me anoté, después de más de 24 horas en prelista, en ‘La Lista’ para el combustible. No me invitaron a ninguna boda ni a ninguna casa en la playa. La invitación es al empingue!”, comentó García en una publicación más reciente.
El profesor de la Universidad de La Habana opinó que la solución a los problemas en Cuba “no llegará en tanto los que proponen las ‘soluciones’ no sufren los problemas —por tanto no los entienden— ni padecen los resultados de sus ‘soluciones’ —por tanto no tienen retroalimentación”.
