El superior de la Compañía de Jesús en Cuba, David Pantaleón, se marchó este martes de la isla tras la negativa del gobierno a renovarle el permiso de residencia para extranjeros, según fuentes cercanas a la Iglesia católica. De acuerdo con un reporte de Efe, el líder de los Jesuitas de origen dominicano no cedió a las presiones de las autoridades cubanas cuando le pidieron controlar las críticas de carácter político de los Jesuitas y los funcionarios le comunicaron que no renovarían la documentación necesaria para residir en la isla.
Pantaleón, quien además ocupaba la presidencia de la Conferencia Cubana de Religiosos (CONCUR), solicitó a las autoridades llevar ayuda a los activistas del Movimiento San Isidro cuando se declararon en huelga de hambre a finales de 2020. La petición fue rechazada.
En esa ocasión, comunicó en Facebook que una monja había intentado acercarse al grupo de jóvenes “sin publicidad y sin cámaras”, para ofrecerles asistencia religiosa ante la seria “amenaza de muerte” de los que llevaban varios días en huelga de hambre y sed, pero las autoridades le prohibieron entrar.
“Hasta en la celda de un criminal confeso, en cualquier lugar del mundo, se permite la visita del que trae el aliento de la fe. Hasta los presos condenados a muerte mantienen esos derechos”, subrayó el cura, y añadió que no se puede cerrar los ojos y mirar hacia otro lado ante ese tipo de hechos.
Hasta el momento la Iglesia católica cubana y la Compañía de Jesús no se han pronunciado sobre la salida forzada de Cuba del líder religioso, aunque algunas personas ligadas a esas instituciones religiosas han manifestado su descontento de manera pública.
«Esto no debería pasar. Los que deben abandonar el país son los que usan el poder para vivir como reyes, a costa de un pueblo esclavo, castigado, azotado y obligado a huir», escribió en sus redes sociales Sor Ariagna Brito, de las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha en Cuba.
