Los legisladores de Florida aprobaron un proyecto de ley que permitiría al estado estudiar el uso de desechos radiactivos en la construcción de carreteras, dijo hoy la agencia AP.
La propuesta, que está a la espera de la aprobación del gobernador republicano Ron DeSantis, busca examinar si el fosfoyeso, un subproducto radiactivo de la producción de fertilizantes, puede usarse en materiales agregados para la construcción de carreteras.
Si bien la Agencia de Protección Ambiental había aprobado previamente el uso de fosfoyeso en proyectos de construcción de carreteras del gobierno, la administración de Biden revocó la decisión.
La EPA requiere que el fosfoyeso se almacene en «pilas», que son estanques grandes que contienen los desechos. Florida tiene 24 pilas de este tipo, que contienen aproximadamente mil millones de toneladas de fosfoyeso, con 30 millones de toneladas nuevas generadas cada año por la industria minera de fertilizantes de fosfato.
Grupos ambientalistas han expresado su preocupación sobre el potencial del fosfoyeso para contaminar las vías fluviales y las áreas circundantes en caso de tormentas, y el material está regulado por la EPA debido a su contenido de radio-226, una sustancia radiactiva natural que produce contaminantes peligrosos del aire como como gas radón.
También han advertido sobre la posibilidad de que el material de desecho se derrame en las vías fluviales y cause daños al medio ambiente, y citan incidentes como la fuga de Piney Point en marzo de 2021 como evidencia de los riesgos asociados con los desechos.
Los grupos conservacionistas han criticado el nuevo proyecto de ley, argumentando que podría poner en riesgo la salud y la seguridad de los trabajadores de la construcción de carreteras y del público en general, y han instado al gobernador DeSantis a vetar la legislación.
El estudio tiene como fecha de finalización el 1 de abril de 2024 e investigaría si el uso del subproducto de desechos radiactivos de la producción de fertilizantes, que contiene sustancias radiactivas naturales, sería seguro para la construcción de carreteras.
Los críticos argumentan que usar el material de desecho sería peligroso para el medio ambiente y la salud pública.
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