Un súbito tornado, de esos que el oficialismo se empeña en denominar “tormenta local severa”, causó múltiples destrozos en la comunidad espirituana de San Pedro, a una treintena de kilómetros de Trinidad: el fenómeno no dejó heridos, pero dejó muy maltrecha la escuelita local.
En Facebook circuló un video tomado por uno de los lugareños, que muestra cómo el meteoro iba agarrando la forma de “rabo de nube”, y mostraba además la precariedad de las viviendas en la zona, de madera y láminas de fibrocemento y zinc.
“Ñó, si coge la casa de Kiko… Marielena que salga de ahí que hay una pared que se está cayendo”, se oye decir a la persona que presuntamente filmó el tornado. Gabriela Veloso, oriunda de San Pedro, confirmó en redes sociales que fue un momento terrible para su familia, aunque algunos osados, en lugar de ponerse a resguardo, salieron a filmar el vendaval.
Los vientos dañaron las cubiertas de 10 viviendas y la escuela primaria Esteban Hernández, amén de la angustia que vivieron los habitantes del poblado, sacudidos por los vientos y estremecidos por las descargas eléctricas que acribillaron el barrio.
Según el periódico Escambray, el tornado azotó San Pedro al anochecer del miércoles, justo cuando en La Habana cerraba la sesión del Parlamento en la que Miguel Díaz-Canel era reelegido presidente de Cuba por los próximos cinco años. Horas después, en La Habana cayó una granizada bíblica…
Grisel Sesmonde, viceintendente del Gobierno espirituano a cargo de construcción e inversiones, dijo que fueron contabilizados nueve derrumbes parciales y uno total en los techos, aunque la cifra podría ser mayor, porque el balance de daños aún no llega a otros asentamientos cercanos.
La directora de Educación en Trinidad, Maira Fundora, confirmó que las mayores afectaciones se reportan en la escuela, pues se quedaron sin techo “la dirección y el aula de primer grado, toda el aula izquierda del segundo bloque, el pasillo central y la mitad del comedor”, dijo.
Los tornados no son raros en Cuba, y ya en 1933 fue filmado uno. Su intensidad se mide en la escala de Fujita, que mide la destrucción causada por los tornados en las estructuras construidas por los humanos y la vegetación, siendo la F0 la más leve, y la F5 la más terrible.
El tornado que golpeó La Habana la noche del 27 de enero de 2019 entraba en la categoría F4, con vientos de entre 320 y 420 kilómetros por hora, con capacidad de lanzar por los aires con facilidad hasta locomotoras de 40 toneladas.
