Una familia latina de Miami vivió esta semana uno de los reencuentros más inesperados. Su querida perrita Sugar, una Maltipoo, regresó a casa tras haber desaparecido en 2021 y haber sido dada por muerta por largo tiempo. El hallazgo tuvo lugar en un refugio animal local, donde Sugar fue identificada después de cuatro años de incertidumbre, justo cuando los Saggara habían perdido casi toda esperanza, recogieron medios como CBS.
En 2021, Sugar se escapó de su hogar en Miami. La familia distribuyó carteles con su foto y ofreció una recompensa de 1,000 USD, sin recibir ayuda alguna. Días después, recibieron una llamada devastadora de un desconocido que afirmó haber visto cómo Sugar fue atropellada por un vehículo a unos 70 u 80 mph, lo que llevó a los Saggara a creer que la habían perdido para siempre.

Cuatro años después, la historia dio un giro inesperado. La perrita Sugar apareció en un refugio local, en condiciones lamentables: desnutrida, enferma y físicamente muy deteriorada. Pese a que no está en los mejores momentos de salud — se le diagnosticó enfermedad cardíaca en etapa 4 y también insuficiencia renal avanzada — su llegada fue una sorpresa tan grande como una resurrección para la familia.
Al reencontrarse, Albania Saggara no podía contener las emociones.
“Estoy muy feliz, aprovechando cada momento con Sugar, esto es como una resurrección que nunca imaginé”, declaró entre lágrimas a WFTV los momentos de impactos al reencontrarse con su perrita. Los Saggara todavía se preguntan qué le ocurrió entre 2021 y 2025: temen que haya sido robada y descuidada, pues cuando fue encontrada evidenció signos de abandono, destaca por su parte Kkbtx.
Aunque no saben cuánto tiempo más podrán disfrutar de su compañía —podrían ser semanas o meses— han decidido que el tiempo que le queda lo utilicen para rodearla de cariño. “Ella está donde pertenece y me alegra que pase el resto de sus días con su familia”, expresó Albania. En las próximas semanas planean investigar cómo llegó al refugio y quién o quiénes la abandonaron allí, pero por ahora su prioridad es cuidar de Sugar y brindarle el hogar lleno de amor que nunca debió dejar.
Historias similares de reencuentros perrunos
Este tipo de reencuentros, aunque poco frecuentes, no son inéditos. Por ejemplo, en Florida se dio un caso similar hace poco, en marzo de 2024, donde una perrita llamada Cockapoo fue devuelta a su dueña tras estar desaparecida durante 10 años — gracias a que su microchip seguía registrado y actualizado.
Reencuentro tras más de una década: el caso de “Snuggles” en Nueva York
En marzo de 2025, Melanie Epperson, una abuela de Nueva York, recibió una sorpresa que nadie podía imaginar. Después de que su perrito Snuggles desapareciera hace 11 años, cuando era aún un cachorro, creyó que jamás lo volvería a ver.
Sin embargo, un refugio de Buffalo los contactó inesperadamente: Snuggles había sido entregado a sus instalaciones y, gracias a que aún llevaba un microchip actualizado, lograron rastrear a la familia.
“Pensé que mi hija me estaba gastando una broma”, dijo su madre, incrédula, antes de fundirse en un abrazo con el animal, que ahora rondará los cuatro o cinco años de vida más junto a ella.
“Rome”, un bulldog perdido por más de 4 años y hallado a más de 1.600 km
En mayo de 2025, ocurrió otro reencuentro sorprendente en los Estados Unidos. Rome, un bulldog inglés perdido en California en enero de 2021, fue encontrado en febrero del mismo año en Austin (Texas), a más de 1.600 km de su hogar. El perrito apareció atado a la puerta de un refugio junto con un chihuahua.
Afortunadamente, su doble microchip permitió vincularlo rápidamente con su familia, que viajó de inmediato para recuperarlo. (ver video del reencuentro aquí)
“Kingston”, el perrito perdido durante un huracán y encontrado en una fraternidad universitaria
En abril de 2025 se dio a conocer la historia de Kingston, un yorkshire terrier que se perdió en agosto de 2020 durante el paso del huracán Laura en Luisiana.
Cinco años más tarde, apareció en una fraternidad de la Universidad del Sur de Misisipi, donde los estudiantes lo bautizaron “Benji” y lo cuidaron durante una semana.
Fue un escaneo de microchip en una clínica veterinaria lo que permitió encontrar a su dueña, Debbie LaFleur, quien viajó cuatro horas para abrazarlo nuevamente.
Estos tres casos, junto con el de Sugar y los ejemplos previos, reflejan un patrón claro: si bien las mascotas pueden desaparecer por años —incluso décadas—, la combinación de microchip, refugios, voluntarios y tecnología hace posible su regreso. Además del impacto emocional, que créanme, estos videos se vuelven virales en Internet, estas historias ayudan a sensibilizar sobre la tenencia responsable y el valor de la identificación permanente.
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