Una familia cubana que estuvo varada en Panamá por espacio de un mes en una sala del aeropuerto de Tocumen fue finalmente deportada a la isla, a donde no querían volver bajo ningún concepto.
Alrededor de un mes estuvo una familia cubana varada en Panamá -en una sala de espera del principal aeropuerto de ese país mientras intentaban tramitar una solicitud de asilo que les fue negada- con el temor de ser deportados hacia la isla, de donde salieron hace unos años ya.
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Si hace 10 días un reporte de AP indicaba que llevaban ya un tiempo bastante prolongado “en un limbo que los tiene al borde de ser enviados contra su voluntad a la isla de donde migraron hace dos años, tras un complicado paseo a México”, este martes ese impasse en sus vidas terminó.
De acuerdo con un reporte de otra agencia de Prensa, AFP, sus peores pesadillas se cumplieron y ahora se encuentran de regreso en el país al que nunca pensaron volver.
La hermana de un miembro de la familia cubana que permaneció varada en Panamá declaró al medio que ya estaban en la isla, y que los habían llevado a Las Caletas, un centro de aislamiento preventivo de covid-19 en La Habana.
Esta les explicó que su hermana, Ilyu González, su cuñado Sergio García y sus dos sobrinos menores de edad “fueron movidos a la fuerza durante la madrugada desde el área en la que pernoctaban, en el aeropuerto, hacia otro lugar donde quedaron incomunicados”, detalla AFP.
“Les habían dicho que los iban a mover de sala. Y ellos se rehusaron porque sabían que los iban a mover para el avión. Se los llevaron a la fuerza”, explicó la mujer.
Esta familia cubana varada en Panamá -cuyos integrantes residían en Surinam hace dos años- vivió un calvario que comenzó cuando fueron a Cancún, en un viaje pagado por parientes que tienen en Estados Unidos, y México no los admitió por ser posibles migrantes.
Al ser rechazados, tenían que volver a Surinam e hicieron un tránsito en Panamá. Pero al ser suspendidos los vuelos hacia la primera nación, aguardaron seis días e intentaron volver por Guyana, en donde también los rechazaron. Cuando volvieron al país del Canal, el personal de la aerolínea les dijo que los iban a mandar a su país de nacimiento, de donde afirman que salieron tras ser hostigados por ser Testigos de Jehová.
