Apenas unas horas después de que el mandatario cubano Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez insinuara que en Cuba las ideas distintas no se combaten con expulsiones de los centros de estudio, en un centro de trabajo echaron a un joven cubano por mencionarlo a él, a Díaz-Canel, en las redes sociales.
Se trata del activista ambiental Alejandro Perdomo García, quien trabajaba para el Grupo de Turismo Gaviota, un conglomerado empresarial, todas bajo el manto de GAESA, entidad controlada por los militares cubanos.
En realidad «el motivo» de la expulsión no fue una crítica directa, sino más bien un comentario satírico, expuesto en Twitter, donde el joven expresaba: «Señor Presidente Díaz-Canel: Ya nos puede devolver la internet que seguimos confundidos!!!»
Sin embargo, el reclamo, en forma de broma de Alejandro Perdomo García, no le cayó muy bien en el estómago a un directivo del Grupo de Turismo Gaviota, y el joven fue expulsado de su trabajo.
Días atrás se cuestionaba:
Según su testimonio, fue la Facultad de Turismo, donde Alejandro estudia en un curso de formación para Técnico Superior en Asistencia Turística, quien lo denunció a la corporación Gaviota; lugar donde Alejandro hacía prácticas, como estudiante; más específicamente en una instalación turística.
Fue ahí donde comenzó el «proceso» de expulsión, encabezado por el delegado territorial del grupo, Roberto Enríquez Calzadilla, un funcionario que según fuentes en La Habana, más específicamente un residente en la cuadra donde vive Calzadilla, «roba más que Alí Babá» y «descarga por las noches, de su auto, más comida que un obrero en el puerto».
Sin embargo, este hombre no dudó en expulsar a Alejandro Perdomo García de la instalación turística donde efectuaba sus prácticas laborales.
«Tuve conocimiento en fecha 12 de julio de 2021, mediante comunicación de la Presidencia del Grupo de Turismo Gaviota S.A., sobre información presentada por la Facultad de Turismo de La Habana, acerca de que ALEJANDRO PERDOMO GARCÍA, (…) se ha estado expresando en las Redes Sociales con criterios negativos y de irrespeto al Presidente de la República Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, lo cual fue comprobado al revisarse el perfil del mismo»,
expuso el funcionario en el acta.
En el acta se expresa además que «la conducta de Perdomo García, al divulgar, expresar o promover manifestaciones de irrespeto a la figura del Presidente de la República constituye infracción grave de la disciplina laboral, tal y como establece la orden 18/2013, reglamento de Orden Interior de las Fuerzas Armadas Revolucionarias… que considera como graves transgresiones, incompatibles con la condición de miembros de las FAR, ‘divulgar, expresar o promover cualquier tipo de propaganda subversiva'».
En el documento se alude asimismo a una resolución del Grupo Gaviota. De acuerdo con esta, constituye «infracción grave de la disciplina laboral, que se deshonre, denigre, ultraje o menosprecie, o afecte en cualquier magnitud la imagen o prestigio de los cuadros del estado cubano».
Con tales «razones», al «descargador del puerto» Enríquez Calzadilla, no le quedó más remedio que aplicarle al joven la sanción disciplinaria de «separación definitiva de la entidad» disponiendo un periodo de cuatro años para la «rehabilitación del trabajador».
Alejandro considera que su tuit no merecía tal sanción. Al difundir la sanción ha etiquetado a Díaz-Canel, aunque es casi seguro al 99.99% que el gobernante ni le haga caso al tuit de reclamo, y mucho menos que llame a Enríquez Calzadilla y le explique que le dé para atrás a todo eso, por cuanto en la Constitución cubana está refrendado el derecho de cada individuo a expresarse libremente, aunque todos conocemos que en la práctica esto no se cumple, y los más de 700 detenidos en las cárceles cubanas por salir a protestar el pasado 11 de julio son la prueba palpable de ello.
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