El proyecto incluirá viviendas asequibles bajo la Ley Live Local y contará con un mural que homenajea la corta carrera del expelotero cubano Alex Guerrero en el equipo de los Dodgers, actual campeón de la Serie Mundial de las Grandes Ligas
De los estadios a las grúas. El expelotero cubano Alex Guerrero, quien tuvo una breve pero lucrativa carrera en las Grandes Ligas con los Dodgers de Los Ángeles, planea dar el salto al sector inmobiliario en Miami con un proyecto de envergadura: un edificio residencial de 41 pisos y 234 unidades en el barrio de Wynwood Norte, una de las zonas de mayor desarrollo en la ciudad.
El proyecto, denominado «Wynwood Tower», se enmarca en la Ley Live Local de Florida, y contará con 94 unidades destinadas a hogares que ganen hasta el 120% del ingreso medio del área (AMI), cumpliendo con los requisitos de vivienda asequible que estipula la legislación estatal.
El edificio ofrecerá estudios, apartamentos de una a tres habitaciones y un penthouse de cuatro habitaciones, siendo los estudios los que conformarán la mayoría de las unidades accesibles. La fachada será un despliegue visual en tonos rojos, amarillos y verdes, y estará adornada con un mural de un jugador de béisbol, en claro homenaje a la carrera deportiva de Guerrero.
El desarrollo será ejecutado por AG Wyn, empresa manejada por Guerrero y su socio Rubén Rodríguez. El terreno abarca unas 0.6 acres, ubicado entre las avenidas Northwest Tercera y Quinta, al sur de la calle Northwest 37. La propuesta debía ser revisada el 16 de abril por el Comité de Revisión de Desarrollo Urbano de Miami, pero la reunión fue cancelada y se espera que se discuta el 23 de abril, señala la web The Real Deal.

La Ley Live Local y el atractivo de Wynwood
El proyecto de Guerrero llega en un momento en que exatletas están apostando por el sector inmobiliario, particularmente en el sur de la Florida. En el mismo artículo de The Real Deal, se mencionan los casos del exjugador de la NFL Jonathan Vilma, y del también exMLB Mo Vaughn, quienes han presentado proyectos similares en Palm Beach y Little Haiti, respectivamente.
La Ley Live Local, aprobada en 2023 y ajustada en 2024, permite a los desarrolladores aumentar la altura y densidad de sus proyectos y obtener beneficios fiscales si destinan al menos un 40% de las unidades a vivienda asequible o a precios de mercado accesibles.
El vecindario de Wynwood Norte, donde Guerrero planea su torre, se ha convertido en un epicentro de desarrollo bajo esta ley. Empresas como Cymbal DLT también han presentado allí propuestas, como una torre de 35 pisos y casi 600 unidades.
Alex Guerrero: una muy breve pero lucrativa carrera en Grandes Ligas
El dinero que invertirá Guerrero en este proyecto procede de su carrera en las Grandes Ligas. Una carrera que fue bien breve, pero fue muy bien pagada.
Alex Guerrero defectó de Cuba en 2013 y rápidamente firmó un contrato de 4 años y 28 millones de dólares con los Dodgers, incluyendo un bono por firma de $10 millones. A pesar de las expectativas, su paso por las Grandes Ligas fue efímero: disputó apenas 117 juegos en dos temporadas, aunque logró conectar 11 jonrones y remolcar 36 carreras en 2015.
Tras ser liberado por los Dodgers en 2016, Guerrero continuó su carrera en la liga japonesa, jugando con los Chunichi Dragons y los Yomiuri Giants.
Su llegada a la MLB fue parte del boom de peloteros cubanos que siguió al fenómeno Yasiel Puig. Durante ese periodo, varios jugadores provenientes de la isla firmaron contratos multimillonarios sin haber demostrado aún su rendimiento en ligas profesionales de alto nivel. Guerrero fue uno de ellos, junto a Rusney Castillo, Héctor Olivera y Yasmany Tomás.
En esa especie de «Danza de los Millones» que protagonizaron algunos peloteros cubanos en Grandes Ligas, y que apenas si jugaron en ella, tenemos tres casos emblemáticos.
El primero es Rusney Castillo, quien firmó por 7 años y $72.5 millones con los Boston Red Sox en 2014. El segundo es Héctor Olivera, quien a pesar de su edad y arrastrar una lesión desde Cuba, firmó por 6 años y $62.5 millones con los Dodgers en 2015, debido más que nada a su trayectoria internacional y nacional y su pedigree. Es el hijo del mítico bateador cubano de igual nombre.
Por último tenemos a Yasmany Tomás, quien fue fichado por los Arizona Diamondbacks por 6 años y $68.5 millones en 2014.
De los cuatro, Tomás fue el que más jugó, aunque su rendimiento tampoco justificó del todo la inversión. El caso de Castillo fue tan atípico que pasó años cobrando su contrato sin estar en el roster principal de los Medias Rojas. Olivera, por su parte, no solo tuvo una carrera fugaz, sino que quedó envuelto hasta en un escándalo de violencia doméstica, protagonizado en una habitación de un motel de Miami.
Alex Guerrero, como muchos peloteros cubanos de su generación, supo aprovechar una ventana de oportunidad que le dio la MLB. Hoy, esa visión parece haberse trasladado al mundo del ladrillo y el concreto. Con su Wynwood Tower, busca dejar huella más allá del diamante.
El mural que adornará la fachada no solo será un guiño a su pasado deportivo, sino también un símbolo de cómo la historia de migración, oportunidad y reinvención se sigue escribiendo —esta vez, en forma de rascacielos.
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