Un estudio reciente citado por CNN, ha revelado que la esperanza de vida en los Estados Unidos ha estado disminuyendo en comparación con otros países durante las últimas décadas. En 1950, los Estados Unidos ocupaban el duodécimo lugar en esperanza de vida entre los países con más de medio millón de habitantes. Noruega lideraba la lista con una diferencia de 3.5 años con respecto a los Estados Unidos.
Sin embargo, para 2019, la brecha en la esperanza de vida entre los Estados Unidos y el país con el mejor desempeño – Hong Kong – se había ampliado a más de seis años, colocando a los Estados Unidos en el puesto 40 entre los países más poblados.
El impacto de la pandemia de Covid-19 en 2020 agravó aún más esta brecha. Los Estados Unidos, que tuvieron más muertes por el virus que cualquier otro país y han sido más lentos en recuperarse, ocuparon el puesto 46, con una brecha de 7.8 años con respecto a Hong Kong, el país con la mayor esperanza de vida.
El estudio, dirigido por el Dr. Steven Woolf, director emérito del Virginia Commonwealth University Center on Society and Health, destaca que la esperanza de vida es un indicador resumido de la salud de una población. Aunque no es el único indicador de la calidad de vida, tiende a reflejar tendencias en otras métricas relacionadas con la salud.
El informe destaca que una variedad de países de seis continentes y con una amplia gama de condiciones económicas han superado a los Estados Unidos en términos de esperanza de vida en los últimos años. Entre estos países se encuentran Albania, antiguo miembro del Bloque del Este, y el Líbano.
La «desventaja en la esperanza de vida» de los Estados Unidos ha empeorado constantemente desde 1950, con el país experimentando aumentos anuales más pequeños en la esperanza de vida que otros países poblados, en promedio, en 49 de los 70 años estudiados.
El Dr. Woolf señala que los años de la pandemia de Covid-19 no son más que «la fase seis de algo que ha estado ocurriendo desde la década de 1950». El impacto devastador de la pandemia en la vida de los estadounidenses es un reflejo de los problemas preexistentes y sistémicos que han comprometido la salud de los estadounidenses durante décadas.
Hace una década, un grupo de investigadores se propuso identificar los factores específicos que estaban impidiendo que los Estados Unidos lograran los mismos avances en la esperanza de vida que otros países. Su informe destacó cinco áreas clave: atención sanitaria, comportamientos de salud, factores socioeconómicos, medio ambiente y políticas públicas. En todas estas categorías se encontraron diferencias significativas entre los Estados Unidos y otros países, y la situación solo ha empeorado desde entonces.
Dentro de los Estados Unidos, la investigación encontró que la esperanzade vida creció más lentamente en las regiones del Medio Oeste y del Sur Central. Estas regiones experimentaron cambios significativos en su economía y demografía durante los años en que comenzó a cambiar la esperanza de vida, como el colapso del sector manufacturero que afectó particularmente al Medio Oeste.
En resumen, el estudio revela una serie de desafíos que los Estados Unidos enfrentan para mejorar la esperanza de vida, que incluyen la falta de un sistema de salud universal, una mayor ingesta calórica, más armas, más drogas y tasas más altas de pobreza infantil, entre otras diferencias.
Estos hallazgos destacan la necesidad de abordar problemas sistémicos y estructurales para mejorar la salud y la esperanza de vida de los estadounidenses.
