La suerte en la lotería no distingue de edades, nacionalidades ni presupuestos, pero parece que sí tiene sentido del humor. En Florida, dos personas se llevaron jugosos premios recientemente, de millones ambos, pero la gran sorpresa fue que quien menos invirtió, más ganó.
Por un lado, un hombre de Valrico, Florida, llamado Roger Shackelford, logró convertir un ticket de raspa y gana – o raspadito, como se le dice en Miami-Dade – de $5 en un millón de dólares. Shackelford compró su boleto ganador en el Publix ubicado en 3461 Lithia Pinecrest Road y, con una probabilidad de 1 en 3.99, terminó llevándose el premio mayor del juego Millionaire Maker. Decidió cobrar sus ganancias en un solo pago de $640,000, mientras que el supermercado se llevó una bonificación de $2,000 por vender el ticket ganador.
Pero la verdadera estrella de esta historia es Jennifer Gil, una residente de Cape Coral, que con apenas un dólar logró ganar el doble que Shackelford. Gil compró un ticket del sorteo Jackpot Triple Play en el supermercado Fresco Y Más #389 Liquor, ubicado en 18302 Southwest 137th Avenue, en Miami. Su inversión mínima de $1 terminó multiplicándose hasta alcanzar la increíble suma de $2 millones.
Al igual que Shackelford, Gil optó por recibir sus ganancias en un solo pago, llevándose a casa la nada despreciable cifra de $1.22 millones. El comercio que le vendió el boleto también fue recompensado con una comisión de $1,000.
Ambos casos demuestran que no importa si inviertes un dólar o cinco, la lotería sigue siendo un juego de pura suerte. Sin embargo, esta vez el destino pareció premiar la austeridad de Gil, quien se embolsó el doble con una inversión cinco veces menor. Quizás la próxima vez que vayas a la tienda, ese billetico solitario que te sobró en el bolsillo tenga el potencial de hacerte millonario.
Por lo pronto, Jennifer Gil tiene dos millones de razones para celebrar, mientras que Shackelford seguro estará pensando que el próximo ticket será mejor que cueste solo un dólar.
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