El gobierno de Estados Unidos incluyó este viernes a Cuba en su lista negra de países catalogados como de «especial preocupación», por cometer o tolerar actos que constituyen violaciones graves a la libertad religiosa.
De acuerdo con un comunicado del Departamento de Estado estadounidense, además de la isla fueron incluidos en el listado Nicaragua y el grupo mercenario Wagner, cercano al gobierno ruso, por haber violado la Ley de Libertad Religiosa Internacional, de 1998.
China, Eritrea, Irán, Birmania, Corea del Norte, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Tayikistán y Turkmenistán aparecían en esa relación desde desde 2021.
Asimismo fueron designadas como “Entidades de Especial Preocupación” los grupos terroristas Al-Shabab, Boko Haram, Hayat Tahrir al-Sham, los Houthis, ISIS-Gran Sáhara, ISIS-África Occidental, Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin, y los talibanes.
El texto firmado por el Secretario de Estado, Antony Blinken, afirma que gobiernos y actores no estatales en todo el mundo “acosan, amenazan, encarcelan y matan a personas por sus creencias”.
Afirma que tales designaciones están en consonancia con los valores e intereses de Estados Unidos de “proteger la seguridad nacional y promover los derechos humanos” y asegura que el país norteamericano no se quedará de brazos cruzados ante estos abusos.
La inclusión de Cuba en el listado supone un duro golpe a las aspiraciones del gobierno encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel de mejorar las relaciones entre ambos países tras la tensa etapa de Donald Trump al frente de la Casa Blanca.
La nueva medida de la Administración de Joe Biden podría acarrear sanciones a Cuba como la cancelación de intercambios científicos y culturales o la restricción de exportaciones.
La víspera el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, impugnó la inclusión de la isla en la lista relacionada con atropellos a la libertad religiosa confeccionada por las autoridades estadounidenses.
«La designación de nuestro país en listado arbitrario demuestra que, nuevamente, el gobierno de EE.UU. necesita recurrir a acusaciones deshonestas para mantener la insostenible política de abuso contra el pueblo cubano», escribió el Canciller en su perfil de Twitter.
En junio pasado, la embajada de Washington en La Habana acusó al gobierno cubano por la detención de religiosos durante y después de las masivas manifestaciones antigubernamentales ocurridas el 11 de julio de 2021 en varias ciudades de la isla.
