El ministro de Asuntos Exteriores de España José Manuel Albares, expresó que su gobierno ve “con gran preocupación” los acontecimientos a raíz de las protestas del 11 de julio y de la movilización fallida del 15 de noviembre del pasado año en Cuba.
En este sentido, ha aprovechado para pedir nuevamente que “se respete y garantice el derecho de manifestación y expresión pacífica de todos los ciudadanos”.
En una comparecencia ante el senado ofreció el apoyo de su gobierno para que Cuba inicie un verdadero proceso de transformación, pues para el diplomático esto es parte del “proceso de reforma, trasformación y apertura de espacios que debe llevarse a cabo en Cuba y que España está dispuesta a respaldar”.
Actualmente el gobierno cubano aun retiene varias de las credenciales de la agencia española EFE, lo cual inicialmente devino en un incidente diplomático entre ambos países. Asimismo, la embajada de España en Cuba mantiene cerrada la tramitación de visados de corta estancia, turista o negocios.
Esta orden establece restricciones de viajes no imprescindibles desde terceros países, en este caso Cuba, hacia la Unión Europea y el espacio Schengen.
Por su parte el gobierno español, en su ya larga tradición de venta y comercio armamentístico, es uno de los principales socios del gobierno cubano en este rubro, al venderle armamento a las autoridades cubanas por un valor de 2 millones de euros en el año 2020, según trascendió en varios medios de prensa después de las protestas del 11 de julio de 2021.
Albares también se refirió a Venezuela en su comparecencia ante el senado español. El funcionario reconoció que las recientes elecciones municipales y regionales han representado “avances” pero “no han cumplido los estándares democráticos”.
El jefe de la diplomacia aprovechó para recordarle a la oposición que América Latina no son solo Cuba y Venezuela y que es un error hacerle cree eso a los españoles a través de los discursos oficiales.
En ese sentido habló de la situación de otros países del subcontinente, alertando entre otras cosas de la situación en Haití, así como “la situación de erosión de la independencia judicial y el Estado de Derecho” que está teniendo lugar en El Salvador o Guatemala o la reciente elección de Gabriel Boric en Chile.
